Antequera 1883: el germen del andalucismo de Blas Infante.
Andalucía es soberana y autónoma, se organiza en una democracia republicana representativa y no recibe su poder de ninguna autoridad exterior. Así comenzaba el primer artículo del Proyecto de la Constitución Federal Regional para Andalucía, también denominada Constitución de Antequera de 1883. Este texto, aunque poco conocido, es esencial para comprender el andalucismo histórico del que se inspirarán autores tan esenciales para dicho movimiento político como Blas Infante.
El documento fue aprobado en Antequera y fue un intento por dotar a Andalucía de un estado independiente que se integraría voluntariamente, a través de un pacto, en una confederación hispánica. Este propósito, fruto de la Revolución de 1868, es conocido por aspirar a unos adelantos democráticos y unos logros sociales verdaderamente avanzados para su época.
El municipio es considerado por los confederalistas andaluces como el ámbito idóneo para salvaguardar la garantía de libertad de los ciudadanos. Manteniéndose en toda esta estructura la idea por la cual el poder jamás puede dañar la ya nombrada 'autonomía humana':
“Art. 10: Ni el pueblo soberano constituido en Municipio, ni los Municipios aliados en Cantón, ni los Cantones federados regionalmente podrán cohibir, mermar o lesionar bajo pretexto alguno la Autonomía humana”.
“Art. 14. Se reconoce la independencia civil y social de la mujer. Toda subordinación que para ella establezcan las leyes, queda derogada desde la mayoría de edad”.
Este proyecto plantea la más completa formalización de los preceptos políticos de pensadores como Proudhon y Pi i Margall configurándose como una alternativa al sistema político vigente durante la Restauración Borbónica. Esta se caracterizaba por su clasismo liberal, que llevó a la clandestinidad al movimiento obrero, y por ser testigo de la culminación de la desindustrialización andaluza. A través de este proyecto se buscaba alcanzar una mayor libertad política, modernización económica y progresismo social para Andalucía.
El documento influiría profundamente en la obra de Blas Infante y en el andalucismo de principios del siglo XX. Así se constata en la Asamblea de Ronda de 1918 cuando se declara a Andalucía como patria y se debate en torno al texto constitucional para establecer las bases de este proyecto regionalista. El federalismo de Infante beberá directamente de la citada Constitución de Antequera así como de los postulados de Pi i Margall sobre el régimen federativo. Además, el confederalismo ibérico ejercerá, en el pensamiento de Infante, como integrador de las comunidades hispanas, unas comunidades que, hay que recordar, se encontraban supeditadas al más alto concepto para el Padre de la Patria Andaluza: el de la Humanidad.
Bibliografía
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Acosta Sánchez, José. (1983). La Constitución de Antequera. Estudio Teórico- Crítico. Democracia, Federalismo y Andalucismo en la España Contemporánea. Dos Hermanas (Sevilla). Fundación Blas Infante.
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Pérez Trujillano, Rubén (2015). Contrato social y género en el constitucionalismo republicano (1873-1883): especial referencia al caso andaluz. Revista Internacional de Pensamiento Político- I Época- 10.