Cuando el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, dio a conocer la nueva composición del Gobierno tras lograr una mayoría absoluta en las elecciones andaluzas, llamó poderosamente la atención que Cultura dejaba de ser una consejería autónoma para convertirse en un departamento junto a Turismo y Deporte gestionada por Arturo Bernal, una persona que años atrás había criticado duramente a los premios Goya y al cine español. Cultura se encontraba en una situación similar a la de Igualdad.
Durante la campaña, lavozdelsur.es ya analizó la falta de presencia en el debate entre los candidatos sobre la cultura. Ocho voces relevantes del sector en Andalucía comentaban a este medio sus impresiones y sensaciones sobre la falta de propuestas y sobre las políticas llevadas a cabo durante la anterior legislatura. Alysson Maia, productor y comunicador afirmó que se sentían "abandonados" por la administración andaluza.
En la anterior legislatura, la responsable de la consejería de Cultura fue Patricia del Pozo, que ahora a pasado a dirigir Desarrollo Educativo (Educación). Del Pozo terminó su mandato sin aprobar la gran promesa de la legislatura, la ley del Flamenco, aunque Moreno insistió en su discurso de investidura que sería una realidad en los próximos años. El hecho de que Cultura ahora comparta consejería con Turismo y Deporte no ayuda a que el sector confíe en el actual Gobierno. Por ello, distintas asociaciones se han unido en un manifiesto que busca hacer recapacitar al Ejecutivo para que impulse la cultura en Andalucía.
MANIFIESTO EN DEFENSA DE LA CULTURA ANDALUZA
Andaluzas y andaluces de todos los lugares de nuestra tierra, de diferentes orientaciones ideológicas y políticas, vinculados al mundo de la cultura y la educación, pero también de otros ámbitos, deseamos manifestar nuestra preocupación por la grave situación de las políticas culturales en Andalucía. También nuestro firme compromiso por hacer de la cultura uno de nuestros más importantes valores de futuro.
Vemos con inquietud que la mención a la "Cultura" haya sido relegada a un segundo y menoscabado lugar en la denominación de la Consejería correspondiente en el Gobierno de Andalucía, y exigimos la existencia de una "Consejería de Cultura" con las importantes competencias que requiere y con una dotación económica y funcional suficiente para impulsar como es necesario la cultura de Andalucía. No solo en sus valores intangibles y patrimoniales, sino también en sus extraordinarias posibilidades económicas para la creación de riqueza y trabajo, en el marco de las industrias culturales del siglo XXI. Solo así se daría cumplimiento a lo establecido en el Estatuto de Autonomía de Andalucía (art. 10.3) entre los Objetivos básicos de la Comunidad Autónoma: "El afianzamiento de la conciencia de identidad y de la cultura andaluza a través del conocimiento, investigación y difusión del patrimonio histórico, antropológico y lingüístico".
Acontecimientos recientes, como la supresión del importante Centro de Documentación Musical de Andalucía, y su relegación a unidad administrativa dependiente de la Biblioteca de Andalucía, son verdaderamente alarmantes y parecen ignorar la importancia de la Música de Andalucía, que hace solo unos años conseguía el reconocimiento del Flamenco como Patrimonio de la Humanidad. Teniendo en cuenta, además, que la Biblioteca de Andalucía -desde el momento de su creación hasta hoy- sigue sin tener un edificio adecuado a sus necesidades y dormita alojada en los locales de la Biblioteca Pública Provincial de Granada. ¿Cómo puede tener una "unidad" una Biblioteca que casi no existe?
Por todo ello instamos al Gobierno de Andalucía a la apertura de un diálogo abierto y fecundo con instituciones, asociaciones y colectivos representativos del mundo de la cultura en Andalucía, a fin de redefinir las vías necesarias para garantizar el respeto y el fomento de la cultura andaluza.
Queremos firmar conjuntamente este escrito y darlo a conocer en Granada como expresión de nuestro apoyo a la candidatura de Granada como Ciudad Europea de la Cultura.
