La Sala Pescadería Vieja ha vuelto a abrir sus puertas para seguir con el calendario expositivo previsto. Hay que recordar que la sala celebra 25 años de actividad. El Ayuntamiento de Jerez, con la coordinación de Bernardo Palomo, ha elaborado para esta sala un programa con los artistas más destacados de nuestro entorno. Tras la colectiva Pintura, pintura, ahora es el momento de la muestra individual de Juan Ángel González de la Calle. Además de modificar el calendario inicial, la Pescadería Vieja también ha tenido que establecer las medidas de seguridad oportunas. Los visitantes tienen que cumplir el protocolo obligatorio y seguir el circuito acotado por la organización. "Para acceder a la exposición se ha establecido un aforo máximo de 15 personas, se deberá utilizar mascarilla propia y desinfectarse las manos con el gel hidroalcohólico situado a la entrada".
Juan Ángel González de la Calle lleva pintando toda la vida. Los 43 cuadros que expone ahora en Jerez son un buen reflejo de su larga trayectoria y sus recientes creaciones. Si echamos un vistazo a su currículum, podemos comprobar que ha trabajado con galerías de arte de varias ciudades, como Benot (Cádiz), Estampa (Madrid), Siboney (Santander), Birimbao (Sevilla)… Ha participado en ferias como la de ARCO, ArtMadrid o ArteLisboa, y sus obras están presentes en las principales colecciones de arte contemporáneo. Juan Ángel siempre está experimentando con nuevas formas e ideas. Revisita su territorio creativo para ampliarlo en cada lienzo.
La nueva normalidad en Pescadería Vieja. FOTO: MANU GARCÍA.
Hechos acaecidos en lugares muy, muy remotos reúne 43 obras de diferentes formatos, técnicas y temas. Todas ellas tienen algo en común: nos invitan a imaginar y pensar. Juan Ángel desarrolla una pintura figurativa, pero no realista. Los paisajes y los personajes aparecen en un escenario transformado. Se abre el telón y unos pingüinos aparecen en un bosque verde. Los elementos están fuera de lugar. Al menos están en un contexto ajeno. Este juego conceptual nos obliga a imaginar una historia, un relato poco convencional. El artista utiliza el color para remarcar esos contrastes semánticos.
Situar a un personaje fuera de su lugar natural implica pensar qué es lo natural o lo normal. Además esa anomalía dirige nuestra atención sobre el personaje y su significado, o su función social. Hay mucha ironía en esa forma de representar. Los penitentes que huyen ante una gran bola de colores, el soldado que hace guardia en la playa o en el desierto, el santo entre los miembros de una tribu africana, la estatua entre los hielos del polo…
Algunas de las obras expuestas. FOTO: MANU GARCÍA
En estas obras también aparecen los animales y los paisajes extremos. Juan Ángel se ha crio al lado del zoológico, de ahí que en su memoria visual haya flamencos, osos, perros… hay animales fuera de su nicho ecológico, incluso hay seres híbridos, hieráticos o con gestos inquietantes, personas con piel y garras de animal, seres quizás confinados en su sala de estar o en un paisaje desolador. Los paisajes difíciles de habitar cubren la alfombra. El baobab acoge a seres de mundos opuestos. El positivo y el negativo… Quizás es posible la unidad de los contrarios, su armonía, aunque solo lo sea en la imaginación del artista. Las bolitas y burbujas de colores, así como el telón que se abre, nos recuerdan que estamos en la dimensión creativa del pintor, y que se nos propone un juego interpretativo abierto y libre.
Hechos acaecidos en lugares muy, muy remotos podrá ser visitada hasta el 26 de julio en el horario de la sala: De martes a viernes de 10.30 a 13.30 horas y de 18 a 21 horas, y sábados y domingos de 10.30 a 13.45 horas.
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