Alejandro Gago cuenta la vida de Denny, el prostituto más caro del mundo

La librería El Laberinto acogió el pasado miércoles la presentación del primer libro del periodista Alejandro Gago. El autor dialogó sobre la obra con Fernando Taboada y Juan Bonilla.

Alejandro Gago, autor de 'Denny, el prostituto más caro del mundo'.
Alejandro Gago, autor de 'Denny, el prostituto más caro del mundo'. MANU GARCÍA

El pasado miércoles, el periodista Alejandro Gago presentó en la librería El Laberinto Denny, el prostituto más caro del mundo, una biografía de Louis Denham Fouts publicada por la editorial Zut. Juan Bonilla, editor del libro, explicó en qué consiste la colección Vidas Térmicas, donde aparece la obra. “La idea era bastante sencilla: poner en comunicación a biografiados y biógrafos. Es decir, nos interesaban las visiones que los escritores tuvieran de los personajes que ellos eligiesen. Por lo tanto, se les daba libertad a los autores para elegir. El problema era que al principio casi todos los escritores elegían como biografiados a escritores. Lo ideal es que la colección hubiese contado con otro tipo de personajes, no solo escritores”. Las primeras biografías están dedicadas a Thomas Pynchon, Anna Ajmátova, Mohamed Chukri, Jan Morris, Herta Müller, Blanca Luz Brum… “Entonces hubo un giro y decidimos no dejar elegir a los escritores a quién debían biografiar, sino que fuese la editorial la que propusiese sobre quién escribir”. Por eso aparecen dos cineastas, Leny Riefenstahl y Jonas Mekas; o una artista jerezana, Lola Flores, biografiada por Francisco Umbral. La idea era que no fuese una colección solo de escritores sobre escritores.

Juan Bonilla tuvo acceso al blog de Alejandro Gago. Allí encontró un texto sobre Denny que le llamó mucho la atención. En cuanto leyó la sinopsis de la vida de ese personaje se dio cuenta de que esa historia encajaba perfectamente en Vidas Térmicas. Entonces le propuso a Alejandro escribir su biografía. Solo le puso una regla, la que pone a todos los biógrafos: “Queda absolutamente prohibido escribir en primera persona, como si el que habla fuera el biografiado”. Sin embargo, Alejandro se saltó esa norma y convenció a Juan Bonilla de por qué era necesario utilizar en el libro esa primera persona.

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El libro fue presentado el pasado miércoles en la libería El Laberinto.   MANU GARCÍA

“Estamos ante un libro valiente. Nadie va a sentirse defraudado con su lectura. Es un libro de los que nos gusta leer a los que tenemos vidas ordenadas, disciplinadas, con horarios que cumplir… Uno disfruta leyendo sobre este tipo de vidas, tan desordenadas, llenas de depravaciones y perversidades, aunque uno sea incapaz de seguirlas y realizar cosas semejantes”, comenzó diciendo Fernando Taboada. “No es un libro para gente de misa de ocho. Se trata de una obra llena de malos ejemplos para personas que quieran conservar su puesto de trabajo y su familia”. Hay en el libro mucha degeneración moral, mucho sexo y mucha droga. Se trata de “un festival de lujuria y de celebración de la carne sin mirar al confesionario en ningún momento”. Y es un libro que se lee con mucha soltura, “vas de un capítulo a otro porque quieres saber en qué momento se estrella”. Taboada remarcó que Alejandro Gago en su escritura no muestra ningún remordimiento de conciencia a la hora de contar todos los excesos de Denny. Para Alejandro Gago, ese era precisamente el reto, no hacer ningún juicio moral. “Cuando decido meterme en su piel, no comparto muchas de sus actitudes. De hecho, si Denny viviese, no sé si yo podría aguantarlo. Él era intenso. Todo el mundo decía que era magnético para todo, para lo bueno y para lo malo. Esa fue su vida. Tenía que contarlo sin emitir ningún juicio”, aclaró Alejandro.

Para Taboada, el estilo de Denny, el prostituto más caro del mundo de Alejandro Gago es más creíble que otras memorias escritas en primera persona por los protagonistas, sobre todo cuando se trata de vidas muy escandalosas. Los que escriben sus propias memorias suelen distorsionar mucho los recuerdos. Alejandro Gago, al ponerse en la piel de Denny, puede ser más objetivo, ya que hay menos intereses en juego. Taboada destacó el tono de la narración. “Estamos ante una vida muy gamberra, pero al estilo dandi, porque mezcla el glamur de los palacios y los yates con auténticas barbaridades de sexo sucio y situaciones muy bestias… Esa mezcla de lo turbio con lo diamantino es uno de los grande hallazgos del libro”. Fernando Taboada planteó hasta qué punto puede  considerarse este libro realmente una novela y qué parte hay de realidad y ficción. Alejandro nos explicó que: “El libro es ficcionado porque la vida de Denny es al final una ficción. Cuando empecé a investigar, comprobé que él no escribió memorias suyas. En primera persona no tenemos datos, pero muchos otros sí que escribieron sobre su vida. La cuestión es cuánto hay de literatura en todo ello… Descubrí a Denny porque se había publicado una biografía sobre él, por un escritor inglés. Me pareció curiosa la historia. Un hombre prostituto, gay, de los años treinta, un personaje que inspira a muchos escritores. Hay varios relatos basados en su vida. Aparece, por ejemplo, en los diarios de Ishervwood. Es la información más fiable que podemos tener ya que vivieron juntos".

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La obra cuenta la vida de Louis Denham Fouts.   MANU GARCÍA

Otra de las cuestiones que surgió en el diálogo es cómo se mete un escritor en la piel de semejante personaje. “No me puse a escribir hasta seis o siete meses más tarde de empezar a investigar. Se trataba de leer mucho sobre él y no sacármelo de la cabeza. Y sin juzgar, sin pararme a pensar si lo que él hacía estaba bien o mal. Además, creo que los homosexuales tenemos un lenguaje común, ya sean de los años treinta o de hoy. Hemos vivido cosas muy parecidas”, aclaró Alejandro Gago. Según Fernando Taboada, Denny tenía mala baba, mala leche… “Tenía esa mala baba, pero era muy directo. Se lo tomaba mal el que tenía prejuicios. Él decía las cosas sin filtro, sin maldad”, precisó Alejandro, que reconoce haber disfrutado con la escritura. Hay situaciones muy divertidas. Denny no para de provocar a los demás y generar situaciones exageradas. Hay momentos en los que mete la pata hasta el fondo, como en la escena de su encontronazo con un marine en un bar. Taboada resaltó la frescura con la que Alejandro narra esas anécdotas, de una forma creíble. Al autor le hubiera gustado tener más información: “Se trata de una biografía. Me hubiera gustado encontrar más detalles en cuanto a su vida sexual. Denny era muy específico sobre esos temas; los que no lo eran fueron los que escribieron sobre él. Al investigar me encontré con muchas citas. Por eso me pareció interesante utilizarlas y escribir el libro en primera persona. En la historia del marine, por ejemplo, utilizo citas reales de Denny”, dijo Alejandro.

Denny vivió rodeado de escritores y creadores. Y no le importó ser un personaje de algún relato o de una película. También entró en contacto con un aviador de la Alemania nazi. Incluso recibió una carta de Hitler, una invitación para ser actor, una invitación con doble sentido… Rechazó la oferta y no fue nunca a Alemania. Dice Truman Capote que si Denny hubiese aceptado la invitación de Hitler, se habría evitado la Segunda Guerra Mundial… En el libro aparece otra perspectiva de la Historia, contada desde las fiestas y desde los homosexuales. Se cuenta una cara de la Historia menos visible. Denny entró en contacto con miembros de la realeza, como Pablo de Grecia. Lo cuenta Gore Vidal. No había tarifa o prostitución reglada. “Realmente él quería ser un mantenido. Quizás pudo utilizar el chantaje. Pero se peleaban por él, era una especie de trofeo”, aclaró Alejandro.

Sobre el autor:

juan carlos gonzalez

Juan Carlos González

Filósofo

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