¿Quién fue Nigel Leach? El actor londinense que encontró su alma en Jerez

Una exposición en los Claustros de Santo Domingo rinde homenaje al actor, músico y pintor británico que se enamoró de la luz, la Semana Santa y la vida jerezana

Mural que presenta la exposición en los Claustros con Juan Martínez como promotor.
26 de octubre de 2025 a las 18:05h

Actor, creativo, músico y pintor, Nigel Leach fue, en palabras de su pareja durante 31 años, Juan Martínez, “un alma creativa en toda su magnitud”. En los Claustros de Santo Domingo, una exposición recoge hasta el 15 de noviembre su obra pictórica, aunque más que una muestra de arte es un homenaje a su vida. Leach, fallecido hace dos años a causa de un cáncer, dejó en Jerez una profunda huella humana.

Aunque no era una persona conocida para el gran público —rehusaba la notoriedad—, quienes lo trataron de cerca recuerdan su enorme dimensión humana y creativa. Actor apasionado, diseñador teatral, músico y pintor “lleno de vida”, encontró en Jerez el escenario perfecto para desplegar su talento. Su exposición en los Claustros muestra cuadros que reflejan la sensibilidad de un hombre que, sin haber pintado antes, halló en el óleo una vía de expresión durante su enfermedad. “Fue su alegría y su consuelo”, recuerda Martínez.

Una visitante observando los cuartos de la exposición.  MANU GARCÍA

A sus 66 años, Leach había tenido una notable carrera en Londres, donde trabajó como actor y diseñador teatral en montajes de teatro, musicales y ópera. Juan Martínez lo describe como “un tío limpio, honrado, una buena persona... una obra de arte en sí misma”.

De Londres a Jerez: el viaje de una vida

Su primera visita a Jerez se remonta a 1987, cuando participó como actor en la película El Imperio del Sol, de Steven Spielberg. Formado en Bellas Artes e Historia del Arte en el Central School of Art and Design, se especializó en diseño escénico y de vestuario, logrando entrar en la Real Academia de Arte Dramático de Londres, donde solo una quincena de aspirantes son admitidos cada año.

Desde entonces, su carrera fue imparable. Actuó en teatro, cine, televisión y radio en Inglaterra, Estados Unidos y España. Trabajó bajo las órdenes de Ridley Scott en El Reino de los Cielos y colaboró en el Teatro Villamarta de Jerez, donde participó en dos zarzuelas. En su honor, el teatro le ha dedicado una butaca con su nombre: fila 7, asiento 12, el lugar que siempre ocupaba.

Nigel Leach en el estudio de doblaje. 

La Semana Santa, una revelación

Nigel decidió instalarse definitivamente en Jerez cuando a su pareja le surgió una oferta laboral en la ciudad. Desde entonces, se enamoró de su cultura, su luz y su gente. Descubrió la Semana Santa por casualidad, al llegar un Viernes Santo y encontrarse con la procesión de La Soledad en la calle Porvera. “No había visto nada igual en toda su vida”, recordó Martínez. El arte, la música y el incienso lo impactaron profundamente.

Su ilusión era hacer el cartel de la Semana Santa”, cuenta su pareja. También adoraba la Feria de Jerez, donde se maravillaba con la “luz y el color de las mujeres vestidas de flamenca”. Supo entender la religiosidad y la emoción de las procesiones pese a su educación inglesa, y encontró en esas tradiciones algo que le llenó y nunca dejo de admirar.

Vitrina que expone objetos fotografías, pinceles pinturas y otros objetos íntimos del actor. MANU GARCÍA

Una vida dedicada al arte y a los demás

Cuando la enfermedad lo obligó a detener su ritmo profesional, Leach descubrió nuevas facetas. Se dedicó al doblaje y, además, obtuvo la titulación de Cambridge Team Leader, con la que supervisaba a examinadores de inglés. “Quería sentirse útil y ayudó a mucha gente a conseguir su titulación”, recuerda Martínez con emoción.

La pintura se convirtió entonces en su refugio. “Lo primero que pintó en óleo fue una vista de Jerez, y empezó a pintar como una máquina”, cuenta su pareja. Hoy, esa energía creadora se refleja en los cuadros que cuelgan en los Claustros, junto a objetos personales como sus pinceles, un autorretrato y un retrato de su madre.

Nigel ante uno de sus óleos, este con el retrato de Juan Martínez. 

El legado de un “alma luminosa”

La apertura de la exposición fue un momento emotivo, con la asistencia de amigos de toda España, de Londres y del personal médico que lo acompañó en sus últimos meses. “Su personalidad arrastraba a la gente, las atraía”, afirma Martínez.

Nigel Leach no solo vivió en Jerez: la celebró, la compartió y la convirtió en parte de su arte. En cada pincelada, en cada diseño, dejó una huella imborrable de quien, sin proponérselo, se integró en la identidad de la ciudad. “En Jerez encontró su sitio”, concluye.

Sobre el autor

Kiko Abuín

Ver biografía