#CarteleraSur La reseña de 'La Reina de España'.

La Reina de España (España, 2016). Director: Fernando Trueba. Guión: Fernando Trueba. Música: Zbigniew Preisner. Fotografía: José Luis Alcaine. Reparto: Penélope Cruz, Antonio Resines, Jorge Sanz, Javier Cámara, Rosa María Sardá, Santiago Segura, Chino Darín …etc

Fernando Trueba retoma sus personajes de La niña de tus ojos (1998) para contarnos la historia de un nuevo rodaje, esta vez en la España franquista de los cincuenta. Blas Fontiveros (Antonio Resines) el director de La niña... vuelve a Madrid tras pasar 18 años exiliado en Francia para enterarse de que su actriz principal, Macarena Granada (Penélope Cruz), ahora una gran estrella en Hollywood, ha venido a España a interpreter a Isabel la Católica en una de esas películas históricas tan queridas del régimen sobre la esencia del ser español, La Reina de España.

Es pues cine dentro del cine y, consecuentemente, al mismo tiempo que un homenaje al cine de la época, un reconocimiento de la autoridad de los viejos maestros de la comedia.

Su célebre reivindicación del cine de Billy Wilder al recoger el Oscar es más que una declaración de amor, es todo un manifiesto artístico. Quien dice Billy Wilder, dice Ernst Lubitsch o García Berlanga; la comedia clásica americana hecha por exiliados centroeuropeos y la comedia española satírica destilada a partir del neorrealismo italiano están en la base de su cine.

Cuestión diferente es si La Reina de España está a la altura de esos ilustres referentes. La precisión y complejidad del guión, la caracterización de personajes secundarios y la efectividad humorística de la sátira social son la esencia de estas películas por encima de la acumulación de gags humorísticos.

La Reina de España es entretenida pero no emociona a pesar del gran trabajo de su reparto. Hay inteligencia y gracia en algunos diálogos, otros recurren a clichés de cine de barrio. Los giros en el argumento y su resolución resultan fáciles, sin mucha tensión dramática. Hay pocas sorpresas y las mejores son las que porporcionan la ambientación y las colaboraciones especiales. 

Al estilo de Berlanga se acumulan los personajes y es mérito de Trueba sostenerlos con autonomía y personalidad. Algunos están muy bien y aportan a la historia, es el caso de Ana Belén, Rosa María Sardá, Santiago Segura o Loles León. Otros secundarios, como el guionista judío-americano víctima de la caza de brujas (Mandi Patinkin) quedan muy desdibujados. Las caricaturas de Franco o John Ford se quedan en graciosas a secas.

La sátira social o de costumbres es algo débil, sin embargo sí hay sátira política al reivindicar la memoria histórica de los represaliados por Franco y por extensión al cuestionar la institución monárquica como prolongación del franquismo. No obstante en general la película se queda más cerca del kitsch de película de folclórica que de la comedia mordaz clásica al estilo de Ser o no ser (Lubitsch) o Un, dos, tres (Wilder).

Comparada con La niña de tus ojos, pierde en frescura, gracia y complejidad argumental.El trabajo de los actores es lo más atractivo de la película: desde Resines y Penélope, sobresalientes, hasta Javier Cámara o los ya mencionados Ana Belén, Sardá, Segura y un largo etcétera. El joven ayudante de cámara y amante ocasional de Macarena (Chino Darín) rechaza la invitación a acompañarla a Hollywood. Con esto Trueba parece querer decirnos que la gente que se dedica al oficio del cine, además de frívola, no es materialista sino solidaria e idealista. Chico y Rita, El artista y la modelo o Belle Epoque son otros tantos viajes nostálgicos a contracorriente del cine español actual por su desdén por los lenguajes cinematográficos contemporáneos y su revisitación de las formas y éstilos clásicos.

Las declaraciones de Trueba al recoger el Premio Nacional de Cinematografía sobre su rechazo del sentimiento identitario español han levantado bastante polvareda y probablemente estén perjudicando a la taquilla, sin embargo La Reina de España aporta una perspectiva más sensata sobre este asunto: su película es una declaración de respeto y admiración por el cine español y sus gentes y un reivindicación de los derrotados en nuestra guerra fratricida. Trueba se identifica con el bando perdedor, en este caso con el pobre y magullado Boabdil.

Por cualquiera de las razones expuestas arriba los espectadores saldrán satisfechos de esta sátira de lo castizo. 

Sobre el autor:

claudia

Claudia González Romero

Periodista.

...saber más sobre el autor

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído