Piano en directo, ajedrez y libros: el “rollo cultural” de Le Petit “en modo resistencia”

El pianista de armonía moderna, Jesús Sevillano, abrió hace un año esta galería, librería y pub en El Puerto como un espacio de actividades culturales que ahora se va transformando con la pandemia, “antes abría por la noche ahora como no puedo vendo tostá y jamón”

Jesús Sevillano en la puerta del local Le Petit, con piano en directo, ajedrez y libros.

Solo hacen falta un buen puñado de libros, un piano y paredes repletas de obras de arte para montar un rincón diferente en El Puerto. Le Petit es un espacio situado en la calle Ganado en el que la cultura se mete por los poros. En sus estanterías hay lugar para los versos de Alberti, el clásico El gran Gatsby o la narrativa de Albert Camus, mientras que la reproducción de Las Cigarreras del pintor costumbrista romántico Gonzalo Bilbao reposa arriba de un piano.

Piano y libros en el interior del establecimiento. Manu García

Las manos del portuense Jesús Sevillano acarician las teclas del instrumento regalando una melodía de jazz. Hace 15 años se marchó al Liceo de Barcelona a estudiar piano moderno y desde entonces se ha dedicado a la música de pleno hasta que en octubre del año pasado abrió este local como “excusa para venir a mi pueblo”. Aunque en realidad, Jesús es manager en su productora Sevillano Eventos.

“Estaba estresado con la productora en Sevilla y lo monté un poco por capricho para venir los fines de semana y estar aquí con mis colegas tomándome unas copas”, explica el pianista sentado en la barra. Pero, lo que en principio era un antojo, “ahora mismo es lo único que tengo, es mi sustento, desde la pandemia tengo la productora cerrada, se cancelaron todos los conciertos”, dice el que se ha criado entre notas porque viene de familia de músicos.

Venta de libros de segunda mano y de escritores locales. Manu García

Con un “rollo cultural”, Le Petit se asienta en el centro como galería, librería y café donde suele sonar jazz de fondo y se crea un ambiente de lo más pintoresco. “Vienes un viernes por la noche y te encuentras a dos hippies ahí jugando al ajedrez, otro aquí tocando el piano, otro aquí recitando un poema, cada uno a su rollo, aquí no va a entrar un reggaetonero”, ríe el portuense que da clases de piano moderno “creo que soy el único que lo da aquí”.

En este pequeño establecimiento se exponen cuadros de pintores locales como Elisabeth Zunzunegui, el dibujante David Morales o la artista polifacética Karma Vázquez. También hay hueco para las acuarelas del propio Jesús, al que también le gusta pintar, y para un sinfín de libros de ocasión y de segunda mano que están a la venta junto a las últimas publicaciones de los escritores de la provincia.

Jesús Sevillano interpreta 'Sophisticated Lady' de Duke Ellington.

“Hacíamos exposiciones de cuadros, presentaciones de libros, lecturas filosóficas y literarias, conciertos de pianistas solistas, han venido primeros premios nacionales de jazz y cosas así muy locas”, recuerda el músico con nostalgia.  Desde pequeño ya andaba metido en poner la cultura a disposición del público organizando exposiciones en el antiguo café Luna o llevando la programación de El Loco de la Ribera en El Puerto. Ahora, la pandemia ha acabado con todo. La actividad cultural se paraliza. Según explica Jesús, “hemos estado ocho meses cerrados, ahora mismo no estamos haciendo eventos porque no podemos, tenemos el aforo restringido al 30%, el oficial es 16 personas y ahora tengo 5”.

El lugar navega según los tiempos, empezó abriendo por las noches, y ahora tiene que cerrar a las 18:00. El portuense apura la clausura y se despide de los clientes que se han acercado a pasar el rato. “Ahora mismo estamos en modo resistencia”, señala el que no tuvo más remedio que incorporar algunas chacinas, mojama y queso ibérico. “Yo vendía cubatas y como no puedo vendo tostá y jamón, me he visto obligado a abrir por la mañana, voy adaptándome a las prohibiciones que nos van haciendo”.

El pianista portuense durante la entrevista. Manu García

Pero Le Petit, más allá de ser un bar, se consolida como una iniciativa que contribuye a la difusión de las obras de los artistas locales. Un rinconcito acogedor donde empaparse de la creatividad de los virtuosos y ser partícipe de la efervescencia cultural. “Ojalá hubiera unos cuantos como este, y más grande, que quepa más gente, yo algo así lo he visto en Malasaña o en el barrio de Gracia en Barcelona, pero en El Puerto yo esto no lo he visto nunca”, lamenta el pianista partidario de ofrecer alternativas al ocio “más que pescaito y frito y cubata”.

En sus carnes siente que la gente “está ávida de cultura y de actividades, de ir a un sitio y sentir que has tenido una experiencia”. Y desde Le Petit, no duda en aportar su granito de arena, cuando le dejen. “La dinamización del centro pasa por que haya una agenda cultural, ahora mismo estamos en una situación de excepción entonces no es posible nada de eso, pero una vez pase la pandemia, es super importante”, sostiene.

Su local está lleno de detalles, piano en directo, luz cálida y los colores de la paleta del maestro de pintura que tuvo en su juventud. La idea de Jesús es constituir este proyecto como asociación cultural con el objetivo de reunir a pintores, escritores o músicos bajo un mismo techo. “Esto no tiene un fin lucrativo, aquí dinero no se gana”, comenta el que pronto podrá “tener nuestro pequeño rincón de reunión”.