Marcos del Ojo, 'El Canijo de Jerez', atiende a lavozdelsur.es en una entrevista en la que habla de futuros proyectos y anécdotas: 'Django desencadenado' me inspiró a la hora de componer 'La lengua chivata".
Marcos del Ojo, El Canijo de Jerez, transmite alegría por donde pasa. No puede pronunciar más de dos frases seguidas sin soltar alguna gracia. Las risas con él están aseguradas. Desde que decidió emprender su carrera en solitario, dando por concluida su etapa en Los Delinqüentes junto a Diego Pozo El Ratón, no ha parado. Lleva dos discos en solitario y ya trabaja en un nuevo grupo que verá la luz en pocos meses. Pero antes actuará en Jerez, en el Primavera Trompetera, donde estará en casa, rodeado de amigos y en un festival que lleva el nombre de uno de los "himnos garrapateros". Con un catavino en la mano, durante la presentación del evento, atiende a lavozdelsur.es. Anécdotas, manías y futuros proyectos. De todo eso y más habla en esta entrevista.
¿En qué anda ahora mismo metido El Canijo?
Estoy terminando la gira de La lengua chivata, que es mi segundo disco en solitario, después de Los Delinqüentes. Ha ido bastante bien. Llevamos dos años de gira por toda España y estamos hasta finales de septiembre presentando el disco. En Jerez lo vamos a hacer en el Primavera Trompetera, pero luego en verano vamos a rular por Madrid, Cataluña, Málaga. Después de eso me meto de lleno en otro proyecto, que se llama Estricnina, que es un grupo nuevo que he hecho, con mi compare Juanito Makandé. Hemos grabado ya el disco pero no vamos a enseñar nada hasta después de verano. Aparcaré mi proyecto de El Canijo de Jerez durante un año y pico para meterme de lleno con Estricnina, que es un grupo de rock and roll que tiene teclado, bebe de Triana, de Patanegra... Es más rockero. Es diferente a todo lo que he hecho hasta ahora. Estoy muy contento por hacer este proyecto porque quería hacer algo nuevo y diferente. Además, este parón me va a servir para preparar mi tercer disco, que saldrá supongo que para 2018.
"Estricnina es un grupo nuevo que he hecho con mi compare Juanito Makandé. Hemos grabado ya el disco pero no vamos a enseñar nada hasta después de verano"
¿En quién pensaba cuando le puso a su último disco La lengua chivata?
Es mi homenaje a las redes sociales, porque hoy en día estamos conectados a Twitter, a Facebook, a Instagram, y nos enteramos de lo que pasa en el mundo al instante. Por eso La lengua chivata. Puede ser negativamente o positivamente. Yo lo utilizo para hablar de mi música o para hablar de la alegría. No me gusta el telediario del mediodía porque nada más que hay malos rollos, que si la guerra, que si las bombas... Y me gusta mucho la palabra chivata. En Jerez siempre se dice: Este es un chivato. Es muy de casapuerta, de maruja, de patio de colegio. Este ha chivateado… me gustaba esa palabra, la veía muy andaluza, muy jerezana.
Aunque es conocida su predilección por los títulos largos, como El despertar de la farandula cósmica, o Los hombres de las praderas y sus bordones calientes… ¿En qué se inspira?
Esos títulos largos vienen de los grupos de los años 60 o 70, como Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band de Los Beatles... En los años 60 se llevaba mucho poner nombres largos y mi inspiración venía de eso, de lo que escuchaba: Jimmy Hendrix, Janis Joplin, The Who, todos los grupos ingleses de los 60.
También películas, como Django, han inspirado algunas de sus canciones…
Sí, Django desencadenado me inspiró a la hora de componer mi primera canción, que se llama La lengua chivata, y es una canción galopante, del oeste, en plan: tan taca tan tan tan… Entonces, como era tan del oeste, la compuse por eso, después de ver Django, que estaba flipao. Me inspiro mucho en el cine, en los libros. Leo mucho a Stephen King, que es un autor que me encanta. Y muchas veces escribo cosas de misterio.
¿Con quién le queda compartir escenario que todavía no lo haya hecho?
Me gusta mucho el Robe de Extremoduro, Rosendo, y de aquí de Jerez… Es que ya con El Capullo he compartido escenario, pero no me importaría hacerlo otra vez, porque soy fan de El Capullo hasta la muerte. También lo he sido de El Torta, desgraciadamente ya no podemos compartir escenario, pero bueno… si El Torta estuviera, pues también.
Esa era la próxima pregunta: ¿Con quién aunque no esté vivo?
Hombre… te puedo hablar desde John Lennon hasta Bob Marley, Jimmy Hendrix, Agujetas de Jerez, Camarón, Paco de Lucía… Son tantos. De tantos que escucho al cabo del día, que no me importaría.
¿Cuánto hace que no venía por Jerez?
He estado en Madrid viviendo una temporada mientras he grabado el disco de Estricnina, pero ya me he venido, estoy ahora entre Chiclana y Jerez de la Frontera... Y viva el vino de Chiclana y el de Jerez por supuesto, que es el que más me gusta. El de Jerez, picha, el amontillado, el palo cortado, ese sí que está bueno. A Jerez siempre vengo, porque como tengo aquí a mi familia, vengo a ver a mis padres, mis hermanos. Hace ya como cuatro añitos que me pillé una casa en Chiclana y entonces estoy entre Chiclana y Jerez. Es verdad que he estado en Madrid viviendo tres meses por temas de trabajo, pero Cádiz es lo más bonito que hay y tener el mar cerca y el vino es lo más importante para mi salud.
¿Qué es lo que más echa de menos cuando está fuera?
Los guisos de papas con carne de mi mare y el amontillado. Pero bueno, en verdad siempre estoy pasando por aquí. Vengo, veo a mi familia y eso, entonces siempre lo tengo presente. Cuando estoy por ahí me acuerdo mucho de mi tierra.
"Los Delinqüentes es algo que creo que va a ser eterno, igual que mi compare Migue, que va a estar siempre en el corazón de los garrapateros"
¿Cree que a Jerez le hacía falta un festival como el Primavera Trompetera? Además, con ese nombre, no podía faltar…
Hombre, imagínate, que el festival haya cogido el nombre de una canción mía y de Los Delinqüentes es para mí un honor. Viene como anillo al dedo a lo que es el festival y lo que pretende, que es que la gente se lo pase bien, como en la canción. Que la gente sea feliz, que sea alegre, y creo que Jerez se lo merece. Si en Chipiona se hace el festival AlRumbo, o el Cabo de Plata Festival, que es nuevo este año, que se va a hacer en Zahara de los Atunes, el Tarifeando en Tarifa… Jerez es una ciudad grande y por sus características creo que era imprescindible que tuviera un festival así.
¿Qué queda de El Canijo de Los Delinqüentes?
Yo sigo frecuentando los mismos bares… (risas). La verdad es que en la lírica, en las canciones, en la letra, siempre está el sello delinqüente, garrapatero. En los conciertos siempre caen algunas canciones de Los Delinqüentes que ya son buques insignia, himnos garrapateros, que siempre voy a seguir cantando con mucho cariño. Y bueno, quién sabe, el día de mañana yo no cierro la puerta a una posible reunión de Los Delinqüentes. Nos hemos llevado doce años currando mucho, creo que está bien que los grupos se oxigenen, como nos ha pasado a mi compare Diego Pozo El Ratón y a mí, que nos apetecía un poco investigar por separado otros proyectos musicales. Pero creo que el día de mañana va a ser muy bonito que nos volvamos a juntar, y sacar algún disco, irnos de gira y pasarlo bien. Los Delinqüentes es algo que creo que va a ser eterno, igual que mi compare Migue, que está en el cielo. Eso va a ser eterno y va a estar siempre en el corazón de los garrapateros. Estoy dispuesto a todo, porque para mí Los Delinqüentes es mi vida, es el mejor grupo en el que he estado, han sido los años más bonitos de mi vida y espero que algún día podamos juntarnos.
Defina de forma breve qué es ser garrapatero.
Garrapatero es una forma de vida, un estilo, es ser un vacilón, sin faltar el respeto a los demás. Es, como bien decíamos en las entrevistas que nos hacían a Los Delinqüentes, es como cuando te tiras al barro, como los cochinos: te tiras, te revuelcas y estás a gusto... pues eso es ser garrapatero. Sin mirar por encima del hombro a los demás, claro.
Defina su música en tres palabras, sin usar garrapatero.
Arrebatadora, callejera y cósmica.
Termina el tiempo de la entrevista. Tiene que atender a otros medios. "Ole compare, alegría", dice al levantarse. Y se va haciendo un brindis.
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