El mundo de la música llora a Sandro Giacobbe, el cantante de baladas románticas que enamoró a Italia y España

Ha fallecido a los 75 años de edad en su domicilio tras una larga lucha contra un tumor que padecía desde hace una década

Una de las últimas apariciones de Sandro Giacobbe en televisión.
05 de diciembre de 2025 a las 21:16h

El cantante italiano Sandro Giacobbe, referente de la balada romántica y autor de clásicos como Señora mía y El jardín prohibido, ha fallecido a los 75 años en su domicilio de Cogorno, en el norte de Italia. Su muerte se produjo tras una larga lucha contra un tumor que padecía desde hace una década. Su trayectoria marcó a varias generaciones tanto en Italia como en los países donde su música logró abrirse paso.

Nacido en Génova en 1949, Giacobbe alcanzó notoriedad en los años setenta y ochenta gracias a sus composiciones sentimentales, que cruzaron el ámbito italiano para consolidarse en otros mercados. Parte de su éxito internacional se cimentó en la traducción al español de algunos de sus títulos más recordados, entre ellos Señora mía, El jardín prohibido y Los ojos de tu madre, piezas que ampliaron su popularidad en el mundo hispanohablante.

Un legado que trascendió fronteras

En 1976, la versión en castellano de Il giardino proibito se convirtió en un fenómeno al alcanzar el número uno de ventas en España. Ese mismo año participó en el Festival de San Remo, donde obtuvo la tercera posición con Gli occhi di tua madre, tema que también escaló al segundo puesto en las listas italianas. Años después, en 2003, volvió a la escena internacional al competir en el Festival de Viña del Mar con E passa il tempo, logrando el segundo lugar.

Una imagen del cantante italiano en su época dorada.

Su último gran éxito llegó en 1982 con Sarà la nostalgia, una balada que confirmó su capacidad para conectar con el gran público. A partir de mediados de esa década, centró su carrera en los conciertos en directo y en distintas iniciativas solidarias, aunque nunca dejó de publicar nuevo material discográfico.

Consciente de lo que su público buscaba, el artista solía reconocer que sus seguidores esperaban escuchar canciones como El jardín prohibido, Niña, Señora mía o Tú, mi cielo y mi alma, repertorio que se convirtió en su seña de identidad. Su presencia en los escenarios continuó siendo un espacio para revivir los éxitos que marcaron su trayectoria.

En marzo pasado, había hablado abiertamente de su enfermedad en el programa de televisión Domenica in, donde confesó que ya no podía caminar ni ponerse en pie. Su testimonio generó una ola de afecto entre unos seguidores que ahora lloran su muerte. 

Sobre el autor

Rubén Guerrero

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