El actor gallego Celso Bugallo ha fallecido en Pontevedra a los 78 años. El intérprete, ganador del Premio Goya al mejor actor de reparto en 2005 por su trabajo en Mar adentro, de Alejandro Amenábar, será incinerado este domingo en una ceremonia que se celebrará en la más estricta intimidad familiar. Nacido en Sanxenxo en 1947, Bugallo desarrolló una trayectoria tardía pero sólida en el cine español, convirtiéndose en uno de los secundarios más reconocibles y respetados de su generación.
Aunque en su juventud aspiraba a dedicarse al fútbol, su carrera profesional acabó vinculada de forma decisiva al mundo de la interpretación. Inició su andadura artística en los años setenta en el ámbito teatral, donde comenzó a destacar rápidamente por su talento. Formó parte de grupos independientes como Adefesio Teatro Estudio y Lope de Rueda, espacios fundamentales en la escena alternativa de la época, que le permitieron adquirir una formación sólida y una notable experiencia sobre los escenarios.
Posteriormente, fue fundador y director del colectivo JUBY, Juventud Unida del Barrio de Yagüe, con el que obtuvo en 1976 el Premio Nacional de Comedias de Teatro gracias a la obra El retablo del flautista. A finales de esa misma década, participó también en la creación del grupo Olimpo, contribuyendo al desarrollo del teatro independiente en Galicia y consolidando su prestigio dentro del circuito escénico.
Su llegada al cine se produjo de manera relativamente tardía. No fue hasta los 52 años cuando debutó en la gran pantalla, en 1999, bajo la dirección de José Luis Cuerda en La lengua de las mariposas. A partir de ese momento, su carrera cinematográfica se intensificó con papeles en películas relevantes del cine español contemporáneo, como Los lunes al sol, El lápiz del carpintero o La vida que te espera.
El gran triunfo de su carrera
El reconocimiento definitivo llegó con Mar adentro, donde su interpretación le valió el Goya al mejor actor de reparto. Posteriormente, destacó como un eficaz robaescenas en La noche de los girasoles, papel por el que recibió el premio del Círculo de Escritores Cinematográficos al mejor actor secundario. Su filmografía incluye también títulos como La isla interior, Palmeras en la nieve, La playa de los ahogados y El buen patrón, película por la que volvió a estar nominado al Goya.
Además de su trabajo en el cine y el teatro, Bugallo mantuvo una presencia constante en televisión. Participó en numerosas series, tanto autonómicas como nacionales, entre ellas Mareas vivas, Rías Baixas, Periodistas, Los hombres de Paco, El incidente o Fariña. Con su fallecimiento desaparece una figura clave del cine español reciente, especialmente valorada por su solvencia interpretativa y su capacidad para dotar de profundidad a personajes secundarios.
