Andrés González-Barba muestra en su nueva novela 'El enigma Murillo' una España oculta y tenebrosa sometida por los franceses.
A sus 43 años recién cumplidos, el periodista y escritor Andrés González-Barba Capote puede presumir de contar con varias publicaciones en el mercado. Autodidacta y amante de la historia ahora se lanza a una nueva aventura bajo la denominación de El enigma Murillo, un libro en el que Cádiz está muy presente, ya que no hay que olvidar la enorme vinculación que siempre ha tenido el pintor con esta provincia.
El periodista y escritor cuenta con una importante trayectoria literaria que arrancó con Los diarios de Regent Street, continuó con El sueño de Titania (dedicado a su hija Sofía), El último tren de la estación del norte (novela de misterio) y ahora con El enigma Murillo. Entre su tercera y su cuarta novela editó un libro de relatos. González-Barba relata que “la inspiración por así decirlo me vino hace dos años cuando creí conveniente poner en marcha una novela que reflejara el momento histórico de la Guerra de la Independencia. Mi principal intención era contar toda esa época de expolios por parte de los generales franceses. A partir de ese contexto histórico me propuse crear una trama de misterio y terror.
En cuanto al proceso de elaboración resume que “estuve un año empapándome de las circunstancias históricas que se dieron en aquella época. Me leí varios manuales de historia y tuve interminables charlas con mi estimado profesor y amigo Manuel Moreno Alonso. Del proceso de recopilación pasamos al de edición en el que he estado inmerso durante otro año, en definitiva, ha sido una novela cuya creación me ha tenido dos años ocupado”. Respecto al desarrollo del libro, “la acción se centra en la búsqueda de un cuadro de Murillo que se había perdido. Este hilo conductor me permite rescatar la historia de España, y muy particularmente de Cádiz y Sevilla en esta época en la que los cambios políticos se sucedieron de forma muy rápida”.
El autor recuerda que “la presencia de Cádiz en la novela resulta muy significativa “ya que la Tacita de Plata aparece en varias ocasiones. Poca gente sabe que la junta general estuvo en El Alcázar de Sevilla hasta que llegaron los franceses.” Y sostiene que “los liberales vieron en Cádiz una ciudad imprescindible para la resistencia”.
Asimismo, González Barba cuenta “que los cuadros de Murillo que se salvaron pertenecían a los capuchinos. Cuando se inició la ocupación sevillana por parte de las tropas francesas, los monjes de este convento decidieron llevar dichas pinturas a Cádiz, ciudad en la que estuvieron escondidas en casas particulares. Los capuchinos habían visto que los gabachos habían saqueado pinturas de otras iglesias y conventos. Al finalizar la ocupación francesa, los cuadros fueron devueltos a los capuchinos, sus legítimos dueños. Posteriormente, cuando ya se creó el Museo de Bellas Artes, la colección de pinturas de Murillo de los capuchinos pasó a formar parte de la colección de este museo sevillano. Gracias a esto, el Museo de Bellas Artes posee hoy en día estas pinturas, en vez de estar repartidas por museos de todo el mundo, como ocurre con los cuadros de Santa María la Blanca o Los Venerables, por ejemplo”.
En la Sevilla de 1810, ocupada por el ejército francés, el paradero de un cuadro desconocido de Murillo es la obsesión del mariscal Soult. La ciudad se ha rendido sin oponer resistencia alguna, y sus soldados tienen la misión de encontrar a toda costa la preciada pintura para consumar así el saqueo que lleva a cabo el mariscal, que ha amasado una valiosa pinacoteca esquilmando a sus legítimos propietarios. Mientras tanto, Teresa, una joven de catorce años, descubre entre las páginas de un diario hechos atroces que mancillarán su inocencia para siempre. Aunque Teresa ya vive atormentada por un terrible secreto: desde muy niña posee la insólita facultad de percibir y ver a los aparecidos. A las ánimas del purgatorio. En esta inquietante novela histórica, con ingredientes del mejor género gótico, Andrés González-Barba (Sevilla, 1974) nos muestra una España oculta y tenebrosa, sometida por los franceses, pero en la que se liberan sin recato las fuerzas del más allá.
Comentarios