Janusz Stolarski, director y actor polaco, representa este fin de semana en La Quemá, un monodrama basado en el mito de 'Orfeo y Eurídice'. El poema del escritor Czeslaw Milosz sirve de punto de referencia a esta obra en la que el polaco plasma su idea del teatro profundo.
“¿Para qué quieres estudiar algo que puede ser natural?”. Esta fue la pregunta que le hizo a Janusz Stolarski su abuelo cuando tan solo era un niño. El director y actor polaco se encuentra estos días en Jerez desarrollando un curso intensivo de teatro físico en la Asociación Cultural de La Quemá. Este fin de semana se subirá al escenario para representar la adaptación del mito de Orfeo y Eurídice a través del poema de Czeslaw Milosz.
Su primer contacto con lo más parecido al teatro se produjo en las misas que se celebraban en la pequeña aldea polaca en la que vivía. A cada eucaristía acudía para desarrollar labores de monaguillo donde narraba pasajes de la biblia a los feligreses. “Me crié en una aldea muy pobre de Polonia. Cuando narraba las historias bíblicas comencé a demostrar fascinación por contar historias a las personas. Yo desconocía que era el teatro y mi abuelo que es una persona buenísima, se dedicaba por aquel entonces a contar versos. Cuando le conté que quería ser actor, él me preguntó que para qué quería estudiar algo que era natural”.
En su pequeña localidad, Janusz jugaba como lo hace cualquier otro niño pero empleando su imaginación para inventar cosas. Un simple palo le servía para disimular una pistola o una lata un mechero. “No teníamos nada y creábamos cosas con nuestra imaginación. Esa cualidad ha sido una fuente natural de inspiración para mí”.
Es la primera vez que acude a Jerez pero no a España. Sentado en el patio del Tabanco El Guitarrón, Janusz espera a lavozdelsur.es junto a su traductor para contar con detalle su trabajo teatral además de su visión personal en los escenarios. “Me gusta el sabor del vino de Jerez, lo respeto y valoro pero no tengo los conocimientos necesarios para opinar sobre ello. En los países del Norte, de donde procedo, tenemos la tradición de beber bebidas alcohólicas más fuertes”.
Estudió teatro en Polonia, en una escuela dramática donde le enseñaron todos los elementos necesarios para construir espectáculos en los que pudiera trabajar en el futuro. A pesar de esto, el destino puso en la vida de Janusz Stolarski el teatro minimalista. “Me gusta que el escenario esté vacío y que sea la imaginación la que cree. No me gusta darle todo mascado al público. Con un elemento puedo dar a conocer algo pero detrás de ese elemento la gente tiene que pensar que es lo que está pasando. Después de 30 años trabajando en los escenarios no tengo ningún miedo a actuar. Lo hago con mucha pasión”.
El director teatral Jerzy Grotowski ha sido su principal referente aunque no se considera un fanático de su figura. “En lo referente al siglo XX ha sido el que más me ha marcado. A través de las herramientas que pone en práctica aprendí a realizar otras cosas en el teatro. Su trabajo está más enfocado a la relación del ser humano con el teatro puro. El teatro no se puede quedar como un espectáculo en el que se haga dinero, mi idea es mucho más profunda”.
Su debut teatral fue con Prometheus, un primer trabajo que hizo al poco tiempo de terminar la escuela teatral. Este fin de semana se sube al escenario de La Quemá para interpretar una monodrama de teatro físico sobre el mito de Orfeo y Eurídice. “Hace tiempo que me interesé por este mito. Mi primer acercamiento a él fue a través de la lectura de una sinopsis. Al poco tiempo descubrí un poema del escritor Czeslaw Milosz sobre este mito. Sentí un deseo importante en mi interior al leerlo y pensé en buscar lo necesario para realizar un espectáculo sobre ello. El poema habla sobre el amor, la confianza…hace que te plantees muchas cosas”.
El espectáculo ha sido creado por tres artistas, Janusz Stolarski (director y actor), Tomasz Jarosz (proyecciones) y Patrik Lichota (compositor y músico). Cada uno de ellos intenta desenredar el misterio, responder a las preguntas que presenta el poema de Milosz. “Pretendo proponer al espectador una cuestión universal que le puede acontecer a cualquiera. Como actor uso mucho la imaginación y me pongo en el lugar de las personas. Uso mi cuerpo y el pensamiento. Cada uno de los artistas que han trabajado en este espectáculo ha tenido la libertad de expresar mediante su arte lo que ha sentido al leer el poema. Estoy feliz por la labor que han realizado”.
A la hora de crear personajes, Janusz pone en práctica sus sentimientos para construir sin perder de vista tampoco lo que hay a su alrededor o lo que acontece en el mundo. “Para mí es importante trabajar donde nací y entender que es lo que me dice la gente y yo puedo decirles. Nunca tuve la intención de trabajar fuera pero veo lo que ocurre en el mundo. Cuando cuentas una historia de tu entorno personal siempre puedes encontrar algo universal. Cada país tiene personas con diferentes disfraces pero no se diferencian unos de otros. No me centro en los asuntos del mundo, no pretendo ser un sabio que tenga la receta a la solución de los problemas. Si una persona es capaz de no matar y si de amar, tenemos mucho solucionado”.
Uno de los puntos fuertes de la semana para el director y actor polaco está siendo el taller intensivo de teatro físico que está impartiendo a actores y actrices en La Quemá. “Está siendo una experiencia preciosa. Es interesante lo que hace porque me lo tomo un injerto de mi punto de vista teatral sobre las cepas que en este caso son los actores que están participando. Espero que a alguien le interese lo que les estoy enseñando para seguir haciendo dicha labor”.
Las funciones del espectáculo tendrán lugar los días 25 y 26 de septiembre a las 22 horas en la plaza de La Quemá. Al ser aforo limitado, las entradas pueden reservarse con un donativo de 5 euros en los teléfonos 676 758 188 y en el 628 037 513.
Comentarios