La escultura en homenaje a Juanito Villar, a Juan José Villar Jiménez (Cádiz, 1947), se inauguró en la plaza de Ponce Cordones el 10 de septiembre de 2025 (es una de las más recientes de nuestra ciudad), junto a la Puerta de la Caleta, donde está la sede de la peña flamenca que lleva su nombre. Con la presencia del propio homenajeado, del autor de la obra y del alcalde de la ciudad, Bruno García de León.
La escultura se ha erigido a propuesta de la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Cádiz, tras su nombramiento como Hijo Predilecto de la ciudad en noviembre de 2024, momento en que se empezó a gestar la realización de la obra.
El cantaor Juanito Villar, conocido en un primer momento como “Juanito el de La Jineta”, estuvo vinculado desde niño al cante, en el que destacó pronto, participando en tablaos flamencos de Madrid, luego, además de forma individual, en festivales y giras internacionales.
Ha sido difusor de la esencia del cante flamenco gaditano con un estilo personal, profundo y cargado de sentimiento, que entronca con las raíces del flamenco y evoluciona hacia nuevas formas expresivas, convirtiéndose en una figura esencial y muy influyente en los artistas más jóvenes.
Desde el momento en que decidió erigir el monumento, el Ayuntamiento tenía la intención de que la obra fuese realizada por un artista gaditano, y la encargó a Manuel Jesús Sánchez Parra, que ya había realizado la escultura del Tío de la Tiza, con un presupuesto total de 25.410 euros, la obra está firmada en la parte posterior de la figura sobre el asiento.
La escultura, realizada en bronce, es de carácter realista, de cuerpo entero, y es un retrato sedente que muestra al cantaor en plena madurez, como deseaba el patrocinador de la obra: “Ni en sus comienzos, ni en la actualidad, sino que se buscaba una imagen más que refleje su aspecto sobre los años 90".
Para realizar la escultura de Juanito Villar, “Manue” se inspiró en fotografías del artista en esa época, y lo representó sentado en la tradicional silla de enea, con ambos pies fijados al suelo, situados en paralelo y estos, como las piernas, ligeramente separados.
El brazo izquierdo se separa levemente del torso y apoya su mano sobre la parte externa del muslo, del que se separan los dedos índice y corazón. El brazo derecho, semiflexionado, se separa del torso creando otro espacio abierto.
La mano derecha, abierta hacia arriba y los dedos separados parecen seguir el compás del propio cante de Juan Villar. La figura mide 140 cm de altura, 78 cm fondo y 60 ancho.
Juan Villar, viste pantalón, chaqueta, camisa ligeramente desabrochada en el cuello y la corbata anudada. Sobre la solapa, luce una insignia en relieve con motivos flamencos, los únicos detalles decorativos junto con el anillo que luce en el anular izquierdo.
Una vestimenta sobria a la vez que propia y clásica, que presenta una textura lisa y un drapeado naturalista y suave. Presenta la cabeza erguida, mirando al frente, los ojos bien abiertos, así como la boca, mostrando con esa expresión que está en pleno ejercicio del cante.
El tratamiento del pelo, natural, rizado y tratado a base de mechones, deja profundos claroscuros. Está situado en un pedestal cuadrangular aplacado en piedra ostionera en los laterales y artificial blanca en su parte superior.
La figura de Juan Villar, se ha colocado orientada mirando al acceso a la plaza y a la Peña Flamenca que lleva su nombre. En el pedestal se ha colocado una placa identificativa y conmemorativa, en bronce, rectangular, de 35 x 17 cm. En ella, en versales y en relieve, figuran los versos escritos por Francisco López-Cepero García, artista flamenco jerezano, guitarrista y autor de canciones, y debajo, la dedicatoria del Ayuntamiento a Juanito Villar y la fecha de erección del monumento.
GADITANO SOY PORQUE LO VIVO,
PORQUE LO SIENTO Y PORQUE LO CANTO,
¡AY CAI DE MIS ENTRAÑAS!
¿POR QUE TE QUERRE YO TANTO?
Estos versos, que expresan el amor a Cádiz, son puestos en boca del cantaor y contextualizan el homenaje. Juanito Villar se ha caracterizado sobre todo por su capacidad para asumir los cantes de Cádiz, imprimirles su sello personal y para difundirlos, y con ellos a Cádiz.
