El pasado 2016 quedará en nuestra memoria como el año en el que se fue apagando una generación inestimable de autores populares en las artes.
La siguiente reflexión se otorga a Konstantín Stanislavski: "Un escritor, un compositor, un pintor, un escultor, no están sujetos a la presión del tiempo. Pueden trabajar donde y cuando lo crean conveniente. Disponen de su tiempo con libertad". A lo largo del presente año se estrenarán nuevas obras que esperemos alienten nuestros días y nuestras noches. El pasado 2016 quedará en nuestra memoria como el año en el que se fue apagando una generación inestimable de autores populares en las artes. Tal vez, irreparables, fueron las pérdidas de históricos compositores como Prince o Leonard Cohen. Como es bien sabido, el paso del tiempo cambia el significado de las obras de arte y una muerte convierte automáticamente al ser humano en mito. Reviso los dos últimos álbumes de David Bowie, The Next Day y Blackstar. El 10 de enero se cumplirá un año de su fallecimiento. Inevitable no buscar paralelismos bíblicos en su epístola póstuma. Lazarus se ha convertido en la primera elegía de nuestro siglo. Su videoclip lo han visto más de 39 millones de espectadores.
Acudo a Óscar Carrera, experto en la vida y obra de Bowie: "Es uno de los artistas totales del siglo XX, pero no uno con el que se empatizara fácilmente. Me dolió su muerte, pero no sentí que perdiera a un amigo. Era un desconocido, quizá para todos. Esa imagen tardía del Bowie papá, enrollado y chistoso no acabé de tragármela. En cuanto a su música, valoro muy positivamente su innovación constante a lo largo y ancho de su carrera (y más si lo comparas con sus limitadillos correligionarios de aquella época... pero ¿para qué comparar?), pero es en los 70 donde todo lo que toca se vuelve oro. Outside o Blackstar están bien, pero creo que la canción Aladdin Sane, por ejemplo, es tan original como cualquier cosa que haya hecho luego. Realmente estaba muy arriba aquellos años. Era el niño bonito del mundo".
Fin de ciclo. Relevo generacional. No sabemos si estamos preparados o si otros tomarán el testigo. Quién subsanará el zeitgeist cultural de nuestro tiempo.
