Las imágenes de la despedida de El Cabrero en el 24 Festival de Jerez

La voz en los márgenes y la bandera de los oprimidos, el símbolo del cante jondo protesta. José Domínguez deja los escenarios y una de sus grandes paradas en la recta final —con entradas agotadas desde hace semanas— era el marco del Festival de Jerez en su edición número 24. El Cabrero reventó la bodega Los Apóstoles de González Byass esta pasada madrugada, abriendo el ciclo De la raíz, y aprovechando también para presentar su primer disco tras siete años de silencio discográfico.

En Ni rienda ni jierro encima el cantautor onubense vuelve a “escupirles a los opresores, a los explotadores y al miedo, que es el mayor enemigo” por fandangos, soleás, seguiriyas y tonás, sus palos y estilos de siempre, y con alguna que otra incursión fuera de los mismos, como el vals criollo por bulerías El Orejano. El Cabrero sale de los focos, anunció que vendía sus cabras. El testimonio cantaor y la figura inmortal de José Dominguez ya siempre acompañarán la historia del flamenco. Historia viva, por suerte.