El Ballet Nacional cierra este sábado el 24 Festival de Jerez

La compañía homenajea y reinterpreta al coreógrafo Mario Maya, con colaboraciones de referentes de lo jondo

Imagen promocional del espectáculo. FOTO: Ballet Nacional
Imagen promocional del espectáculo. FOTO: Ballet Nacional

El Ballet Nacional de España, bajo la dirección de Rubén Olmo, clausura este sábado día 7 de marzo el XXIV Festival de Jerez en el Teatro Villamarta con Invocación, un espectáculo que agrupa cuatro coreografías y tres de ellas se estrenan en el certamen. Especial relevancia adquiere la que cierra el espectáculo -que lleva por título De lo flamenco. Homenaje a Mario Maya-, donde se pone de relieve la importancia para el mundo de la danza de la figura y el legado del bailaor y coreógrafo.

El primer programa ideado por Rubén Olmo como director del Ballet Nacional de España ofrece una visión global de la danza española, abarcando la mayor parte de sus estilos, desde la escuela bolera a la danza estilizada y el flamenco. Abre el espectáculo Invocación bolera, una coreografía de nueva creación que lleva la firma de Rubén Olmo y que pretende rendir tributo a los grandes maestros que han marcado la línea a seguir en la escuela bolera haciendo una reinterpretación de uno de los estilos más característicos y singulares de la danza española. “Me baso en esa esencia, pero dándole mi personalidad”, afirmó Olmo ante los medios de comunicación. Asimismo, recordó que “hacía años” que la primera compañía nacional de danza no abordaba este género.

Jauleña es otra de las coreografías que verá la luz por primera vez en este Festival de Jerez. Está concebida como un puente de unión entre la escuela bolera, la danza estilizada y el flamenco. En Jauleña, Rubén Olmo interpreta un solo inspirado en Granada, donde los estilos de la granaína y el zapateado cobran protagonismo. “Más que una fusión es un encuentro, un diálogo entre la danza estilizada, la escuela bolera y el flamenco”, añadió.

El Ballet Nacional de España recupera una de las coreografías que creara Antonio Najarro, su anterior director. Se trata de Eterna Iberia, donde la partitura de Manuel Moreno-Buendía sirvió de inspiración a Najarro para crear una coreografía de corte tradicional que plasmara su visión personal de la danza estilizada, al tiempo que hiciera referencia a los grandes creadores de la época. El ballet fluye a través de cinco movimientos, representados por números grupales, solos y pasos a dos donde se dan la mano el uso de la castañuela, la capa española y el sombrero cordobés, así como la técnica y fuerza interpretativa de la danza estilizada. “El maestro Mario Maya fue un investigador incansable en todo lo relacionado con el arte, un referente universal en el mundo de la danza y creador de un estilo muy personal y único”, afirmó Rubén Olmo. Por eso, considera que “el Ballet de España debe incluir en su repertorio una de sus obras”.

De lo Flamenco. Homenaje a Mario Maya se define como “una suite flamenca” que refleja el estilo propio del bailarín y coreógrafo. De la trascendencia de su legado, Olmo destaca el programa que estrenó Mario Maya en 1994 al frente de la Compañía Andaluza de Danza -hoy bajo el nombre Ballet Flamenco de Andalucía-. “Fue un salto hacia adelante, un soplo de aire fresco y diferente”, indicó. Incluso hoy, “sigue siendo innovador y totalmente diferente al resto”, expuso con rotundidad. Y ese trabajo es el que ahora recupera al frente del Ballet Nacional de España, puesto que sigue siendo “una suite flamenca fresca, con una estética muy de él: clara, limpia”.

Calificó a Mario Maya como “uno de los genios del flamenco y la danza, con una mente maravillosa”. “Un bailaor con una estética de bailarín”, precisó, al tiempo que mostró su satisfacción puesto que “he tenido la oportunidad de hacer este homenaje con el mejor ballet del mundo”.

“Ha sido una experiencia impresionante”, confesó el director del Ballet Nacional de España. Y relató algunos de los entresijos de este homenaje a Mario Maya. En primer lugar, la conversación que Rubén Olmo mantuvo con Mariana Ovalle, viuda del coreógrafo y presidenta de la Fundación que lleva su nombre, que permite al bailarín acceder a la habitación de trabajo de Mario y donde “todo son facilidades”. “Era el coreógrafo que Mario estaba esperando” para que su aportación al baile se pusiera en escena, señaló Mariana Ovalle. “Dirigir es saber elegir”, concluyó.

Otra de las singularidades de este tributo a Mario Maya es que el director del Ballet Nacional de España ha contado con sus repetidores en aquellos años 90 en la Compañía Andaluza de Danza: Manuel Betanzos y Manuel Marín, entre otros. De esta forma, las coreografías de este De lo flamenco están montadas “con un respeto absoluto al mínimo detalle”, agregó Olmo y extendió este homenaje al flamenco que se hacía en los años 90 y “a los que formaban parte de esa compañía andaluza”.

No obstante, algunas de las piezas de ese mítico De lo flamenco cuentan con una versión nueva. Tal es el caso del Romance del emplazado con coreografía de Rafaela Carrasco o el taranto de Isabel Bayón. En ambos casos este cambio obedece, principalmente, a la necesidad de adaptarse a la estética de los miembros del Ballet.

La banda sonora de las diferentes piezas que conforman De lo flamenco. Homenaje a Mario Maya llevan la firma, en su mayor parte, del jerezano Diego Carrasco. En el caso de Invocación Bolera y Jauleña, el autor de la música es Manuel Busto, un compositor que viene del mundo clásico pero que “cumplo el sueño” de participar en este proyecto.

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