La muestra, la única de baile y danza española en el mundo, cumplirá 22 ediciones en 2018 volviendo a reunir a artistas consagrados con nuevos talentos, y abriendo sus escenarios al "fenómeno imparable" de la interpretación de lo 'jondo' en el mundo.

Mientras la danza se asoma al abismo en España —el Anuario de la SGAE cifra la caída de espectáculos desde 2008 en un 56,5%, con una pérdida de más de la mitad de espectadores y el 55,5% de la recaudación—, el Festival de Jerez, el único del mundo enfocado al baile flamenco y la danza española, resiste como un jabato. En 2018 sumará 22 ediciones consecutivas con la sensación, al menos de puertas para fuera, de que lo peor ya ha pasado. Quizás como una muestra simbólica del apoyo que este certamen —por cierto, sin apenas cobertura presupuestaria por parte del Gobierno central— brinda al conjunto de esta disciplina artística en España, en su próxima edición, entre el 23 de febrero y el 10 de marzo del año que viene, alzará el telón con el Ballet Nacional de España —que no participa en la muestra desde hace doce años— y volverá a contar en su cartel con el Ballet Flamenco de Andalucía, dos de las compañías públicas que aún resisten la sangría.

En permanente renovación y con un porcentaje altísimo de su programación dedicada a los nuevos talentos, la muestra jerezana consolida el espíritu global que la ha caracterizado desde sus inicios, con cursillistas procedentes de más de 30 países cada año, y da ahora un paso más para abrir decididamente —ya ha habido muchas pruebas de ello en ediciones precedentes— sus escenarios al fenómeno universal que representa este arte patrimonio de la humanidad. El estreno de la primera Compañía Internacional de Flamenco, una coproducción japonesa-mexicana; una gala con los vencedores del Concurso Internacional de Flamenco de Turín; y el inicio de un proyecto de constitución como residencia artística junto con los festivales de Londres, Hamburgo, Madrid y Almería —la bailaora Ana Morales será la primera en disfrutar de la experiencia en una propuesta denominada Sin permiso de residencia—, multiplican la dimensión de un festival decidido año tras año a derribar fronteras.

Aparte del decidido impulso a buscar la globalidad en el patrimonio jondo, los habituales escenarios de la muestra volverán a conjugar una impresionante nómina de artistas. Veteranos y jóvenes consagrados convivirán, en el Teatro Villamarta, Sala Compañía, Paúl y Los Apóstoles de González Byass, con intérpretes que vienen pidiendo paso desde hace años. Los nombres de Rocío Molina —Caída del cielo—; Isabel Bayón —dirigida por Israel Galván en Dju Dju—; el reciente Premio Nacional de Danza, Manuel Liñán —Baile de autor—; Andrés Peña y Pilar Ogalla —La tournée—; y Rafaela Carrasco —Nacida sombra—, se unen en el cartel a los de El Choro —Gelem—; Belén López —Flamenca—; Daniel Doña —No pausa—; La Lupi —La Paula—; Alfonso Losa —Con-secuencia—; y Manuel Fernández El Carpeta, nieto de Farruco y hermano de Farruquito que será el encargado de clausurar la muestra con el estreno de A bailar.

Además de la apertura del certamen con el BNE, que presenta Eritaña, Soleá del Mantón, Zapateado y Alento, centrada en la figura de Antonio el Bailarín, la Compañía Internacional de Flamenco subirá a Villamarta el estreno absoluto de Vamo' allá, un proyecto artístico con figuras internacionales orquestado por Javier Latorre y Francisco López, y coproducido por Shoji Kojima y Akais Chindos. Por si fuera poco, más allá de la danza, el Festival de Jerez ofrecerá durante su intensa programación recitales en vivo y en directo de grandes intérpretes del arte jondo como Vicente Soto Sordera, Pepe Habichuela, David Carpio, Diego de Morón, Santiago Lara, Antonio Rey, Rocío Márquez, La Tremendita, Ezequiel Benítez, Encarna Anillo y María Terremoto, entre otros muchos.

Un cartel lleno de nombres propios: Rocío Molina, Pepe Habichuela, Sordera, Isabel Bayón, Manuel Liñán...

Pero el Festival, cuyas entradas para esta nueva edición saldrán a la venta el 2 de noviembre, no se plantea exclusivamente como un programa de difusión, sino que acoge también manifestaciones formativas, de apoyo a la creación y de encuentro con otras artes. Los más de 40 cursos y talleres —con alumnos, como se ha dicho, procedentes de más de 30 países— ponen de manifiesto la dimensión internacional de la muestra y el excelente estado de salud del flamenco. “Hemos dado un paso más. Hemos marcado los cimientos del futuro, que pasa por la internacionalización del flamenco, ha afirmado la directora del Festival de Jerez y del Teatro Villamarta, Isamay Benavente, durante la presentación del cartel de la vigésimo segunda edición. En el marco de una rueda de prensa en el Alcázar, que ha presidido la alcaldesa, Mamen Sánchez, y el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, se ha desvelado la obra que ilustra esta nueva edición, firmada por el artista jerezano Daniel Diosdado, y se ha puesto de largo la programación de los 16 días que volverán a convertir a Jerez en la meca del baile flamenco y la danza española. En este punto, el titular andaluz de Cultura se ha referido al certamen como “único en el mundo”, puesto que su argumento principal es el baile, calificando de “rica” y “ambiciosa” la programación de la próxima edición. “Jerez sabe acoger el viejo flamenco y los nuevos lenguajes que surgen en torno a este arte”, ha incidido.

Ahondando en lo anterior, Benavente ha explicado que en el flamenco se está produciendo “un relevo generacional” promovido por una serie de artistas que, aunque han tenido un aprendizaje desde la raíz, "se sienten muy libres" para experimentar y crear su propio lenguaje". Por su parte, abundando en el enfoque universal que adquiere la muestra en esta nueva edición, Sánchez ha mantenido que "abrimos la puerta al fenómeno imparable de la interpretación flamenca en el mundo", destacando que el Festival está "más que consolidado, hasta el punto de inspirar proyectos artísticos en otras ciudades y de convertirse en catalizador de propuestas en colaboración con otros festivales, y de servir de plataforma de promoción exterior de la ciudad". Asimismo, otro objetivo capital que mueve al certamen es su vertiente ligada al turismo cultural. En este contexto, ha sido el consejero el que ha subrayado que el turismo cultural es ya el segundo segmento de visitas turísticas en Andalucía y, en su opinión, la muestra es “un gancho para el turismo”, mientras que el flamenco, además de una seña de identidad, se ha convertido "en un instrumento de creación de empleo".

Sobre el autor:

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Paco Sánchez Múgica

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Desde 2014 soy socio fundador y director de lavozdelsur.es. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

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