Un espacio grande y plural y único para entender el arte contemporáneo
Sonsoles Martínez Linares lo tuvo claro desde el principio para Espacio Derivado: "Cultivando sensibilidad y dando pautas, dando claves, hacemos que el arte contemporáneo se entienda, no solo para la gente experta, sino para todo aquel que quiera acercarse y disfrutar de este espacio único". En esa filosofía se mueve el nuevo centro cultural, privado, cuyo edificio ya es, en sí, un motivo más que suficiente para acercarse a la plaza del Cristo de Burgos, 17 de Sevilla.
La finca, abandonada durante años, y cuyos dueños han sido los arquitectos José Espiau y Muñoz, y su hijo Ricardo, o Guillermo Vázquez Consuegra, ha sido completamente restaurada. Pero no solo eso, durante las catas arqueológicas se han descubierto muchas cosas, hasta tal punto que el proyecto inicial terminó por modificarse debido a muchísimos hallazgos interesantes: "Al desnudar los muros se ha descubierto que la casa era muy anterior a la época en que vivió Espiau. Era mucho más antigua y, entre otras cosas, quedó al descubierto la azulejería, pero incluso internamente. Los muros están compuestos por esa azulejería, con un capitel romano que también apareció. Esa es la condición de la casa, de baja altura, retranqueada, que ha hecho que nos dobleguemos todos a su personalidad, porque es una casa única, artística. La casa es un crisol de estilos diferentes que, sin embargo no riñen, no chocan. Ahora es un lugar para todos ", dice Sonsoles.
El pasado jueves, 9 de febrero, se presentó la sala Espacio Derivado, a cuyo mando está la licenciada en Historia del Arte, Sonsoles Martínez Linares, un magnífico edificio en el centro de Sevilla donde viven sus propietarios, pero que está abierta a todo aquel que quiera conocer el espacio reconvertido, tras una larga reforma y restauración, en un lugar de encuentro, no solo para la cultura contemporánea, sino para todas aquellas manifestaciones que tengan que ver con el arte: presentaciones de libros, actuaciones, exposiciones y todo el amplio espectro que puede darse en una sala como esta. "Aquí se hace una visita contextualizada, con una copita de vino, mientras hablamos de todos: de la casa, de la historia, de patrimonio. Incluso los visitantes enriquecen los conocimientos que tenemos sobre los informes arqueológicos o históricos del archivo de Sevilla. Cada uno aporta su granito de arena. Los especialistas en cerámica me cuentan cosas. Aquí confluyen muchas ramas del conocimiento que es lo que a mí me interesa", dice Martínez Linares.
"Aquí hablamos de la casa, de la historia, de patrimonio"
La puesta de largo contó con la presencia del maestro de obras, de diferentes artistas, y personalidades del mundo político, y del cónsul de Georgia, entre otros. Durante la presentación pudo mostrarse, entre otras cosas, parte de los molinos de la fábrica de tabacos de San Pedro, fechados en 1727, además del ya citado muestrario de azulejería que va recorriendo esta edificación única.
Un nombre propio, Rafael Pérez Cortés, es el artista elegido para levantar por primera vez el telón de Espacio Derivado, quien expone su obra Topografías sentimentales, donde el autor cuestiona tres sentimientos: la ira, el odio y la melancolía, y reflexiona sobre cómo actúan entre sí.
En cuanto a la necesidad de que el arte contemporáneo se explique a sí mismo, la precursora de la sala confiesa que era de arte clásico, y que el arte moderno no le decía nada: "Pero lo único que pasaba era que no tenía las claves para entender. Cultivando cierta sensibilidad y dando pequeñas pautas, pequeñas claves, para que todo el que esté interesado pueda comprender de qué se trata. Queremos que en Sevilla haya más gente, más público conocedor, y que pueda acceder, no solo a Espacio Derivado, sino a cualquier sala de arte contemporáneo".
Entre las actividades que irán completando el calendario y que Espacio Derivado anunciará a medida que se confirmen las fechas, el próximo día de 17 de febrero habrá una charla-coloquio con varios artistas y filósofos en el salón superior de la casa, donde se encenderá la chimenea, obra de Espiau, y que deja ver, tras ella, todo el hogar mozárabe donde está la azulejería que engrosa los muros. Habrá una cena, con música para acompañar y comentar. "La idea es que no vayas solamente a un sitio a cenar, sino poder ver una exposición, asistir a una charla o un concierto o un espectáculo de danza, dependiendo de lo que haya ese día", apunta Sonsoles.
"La idea no es que vengas solamente a cenar, sino a ver una exposición o asistir a una charla"
Espacio derivado se puede visitar de martes a viernes en horario de invierno, de 11:00, 12:00, y 13:00 horas. Por las tardes los horarios para las visitas serán las 18:00 y las 19:00 horas, a un precio de 3,5 euros que incluye la visita guiada. Los domingos, los tunos serán a las 12:00 y a las 13:00 horas.
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