En la 'meca' del arte contemporáneo también hay creadores jerezanos

Christian Lagata (Jerez, 1986), estudió fotografía en Granada, producción de cine en Sevilla y luego se trasladó a Madrid, donde lleva 11 años trabajando en escultura, instalación y como docente de fotografía. Recientemente ha participado en una exposición colectiva en Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, en Sevilla, y en el Centro de Arte Dos de Mayo de Madrid, organismos que además han adquirido adquisiciones a nivel de colección del artista jerezano. 

"Llegar a ARCO determina de alguna manera que ya estás maduro como artista"

Este año, consigue uno de los mayores hitos que cualquier artista persigue, como es llegar a exponer en ARCO, que se está desarrollando estos días en Madrid.

“Llegar a ARCO determina de alguna manera que ya estás maduro como artista, nos ayuda a crecer y a que tu obra pueda acceder a ciertas colecciones, además de que adquiere mucha visibilidad”, explica Christian. 

ARCOmadrid es la feria internacional de arte contemporáneo de España que, desde 1982, constituye una de las principales plataformas del mercado del arte, y pieza imprescindible en el circuito internacional de promoción y difusión de la creación artística. “ARCO permite que te conozcan comisarios, galeristas, coleccionistas y artistas de todas partes del mundo. No es una cosa super determinante pero sí que en cierta manera da cierta notoriedad”, prosigue el artista jerezano al otro lado del teléfono. 

Christina Lagata desarrolla su trabajo en Carabanchel, en un taller junto a otros artistas, la mayoría andaluces, “que hacen piña en Madrid”. Las obras que pueden verse en ARCO son dos, una escultura y una fotografía vinculadas por un mismo concepto. Christian trabaja sobre la relación de “exterior-interior” y cómo las cosas que suceden en la ciudad, el sistema capitalista o la arquitectura, infiere en las personas y en los propios cuerpos: “Trabajo con formas tubulares, en este caso, tuberías de acero inoxidable con figuras antropomórficas. Cojo materiales aparentemente fríos para intentar darles cierta calidez”, explica. 

“La fotografía es una mano que introduce un dedo en bolsillo pequeño, ahondando así en la relación de espacios de deseo y las expectativas. Me ayuda a entender la propia idea de la escultura, cómo los canales y tubos se relacionan entre el exterior e interior. Tuberías que conectan ambos lugares, que al final son los canales por los que pasan nuestros desechos. Es un material industrial pobre que a través de la forma toma un cariz más cálido”, apunta Christian. 

En ARCO hay otros jerezanos, como Javier Palacios, representado por la galería Luisa Adelantado, y Cristina Mejías, representada por Alarcón Criado de Sevilla, además de Juan del Junco. Sobre la idea de crecer artísticamente en Jerez, le encantaría pero “lo ve complicado”. “Hace tiempo nos reunimos Ignacio Estudillo, Ana Barriga, Cristina Mejías y otros artistas con la delegación de Cultura de Jerez, pero es difícil. Nuestro interés radicaba sobre todo en realizar una actividad que permitiera a la gente conocer el arte contemporáneo pero también toda la ciudad, algo que invitara a que la gente acudiera a Jerez, pero de momento no hemos podido avanzar nada”, señala Christian.