A pesar de que en algunos foros y espacios se quiera relegar al flamenco al fondo del desván o incluso quieran hacer del mismo algo tan inofensivo como el pescaíto en blanco o un buen descafeinado de máquina, lo único cierto y fijo es que este género musical al que ni siquiera reconoce todavía como tal la Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de Titularidad Pública, sigue posicionándose como uno de los principales baluartes nacionales de la sexta de las Bellas Artes.
Un claro ejemplo de ello es el empoderamiento que tiene la música flamenca, a través de su instrumento fetiche, en el Festival de Guitarra Clásica de Sevilla que se está celebrando hasta el 24 de octubre en diferentes espacios de la capital andaluza. Tan es así, que algunas de las principales referencias del género de la prima y el bordón jondo, tanto en su visión más consagrada como novel, ya han pasado por el mismo como es el caso de Alejandro Hurtado, Paco Fernández o Pedro María Peña, quien hasta se hizo acompañar en su concierto del pasado fin de semana por la voz del jerezano Luis El Zambo.
Otro claro ejemplo, por otro lado, es lo que está aún por llegar. A los nombres anteriores hay que sumar durante esta semana algunas de las principales referencias actuales del género como Dani de Morón, Daniel Casares o Miguel Ángel Cortés, que serán quienes pasen por algunos de los espacios escénicos emblemáticos del Festival de Guitarra Clásica de Sevilla como la Sala Joaquín Turina o el Real Alcázar de la ciudad.
El guitarrista moronense será quien ocupe plaza mañana miércoles día 18 en la Sala Silvio del Espacio Joaquín Turina a las ocho de la tarde con un concierto donde, bajo el título de Carte Blanche, se identifica con un sonido donde el tuétano de lo que emana su guitarra tiene nombre y apellidos: Dani de Morón. Un artista multinivel capaz de plantear varios estadios de escucha con su toque, para que el espectador goce del regalo que supone presenciar en directo cómo regala su sonido, su historia y bagaje profesional cuando transita por las fronteras del flamenco.
Daniel Casares será quien tome el relevo flamenco de la muestra este jueves 19 de octubre para estrenar El poder de lo sutil, avalado por ser una de las grandes figuras de la escena, que destaca por su estilo siempre respetuoso a la tradición, pero capaz a su vez de ser fiel bandera de la vanguardia artística. En este nuevo trabajo, el artista malagueño volverá a mostrar una guitarra que suena flamenca sin pretenderlo, una armonía que vuela ligera con la naturalidad de aquello que no requiere de artificios, a través de notas que fluyen sin buscar el virtuosismo, y de los silencios, pues los matices de los silencios hablan más y mejor que ningún acorde.
Y como refrendo absoluto de todo lo anterior, las puertas de la Sala Gótica del Real Alcázar de Sevilla se abrirán el sábado 21 de octubre para acoger el mayor homenaje que se ha hecho de Isaac Albéniz, reinterpretando su música en clave flamenca. Albéniz Flamenco es el resultado de un trabajo realizado por José María Gallardo y Miguel Ángel Cortés, donde se resguarda la necesidad de interactuar con obras clásicas de la música española a través de los aires flamencos que tanto atraían al maestro de Campudrón.
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