En el interior del antiguo Cine Jerezano empieza a haber movimiento. Un cuarto de siglo después de que dejara de proyectar películas, el trasiego de obreros avecina una nueva vida en una instalación que aspira a ser de primer nivel.
El que se convertirá en el Teatro Jerezano, que tendrá un millar de butacas, donde se representarán obras de todo tipo, espectáculos, y que incluirá espacios complementarios, como un ambigú para cafés en las pausas de las convenciones y copas tras los espectáculos. Además, se contempla la creación de un foso para orquesta, con capacidad para un centenar de músicos.
Aunque la idea inicial era que el Teatro Jerezano estuviera abierto la pasada Navidad, unos trámites han retrasado el inicio de las obras. Con los trabajos en marcha, salvo imprevistos, todo hace indicar que 2025 será el año en que resucitará, renovado, este importante equipamiento cultural.
El "sueño" de Dario Regattieri, CEO de beon. Worldwide, impulsor de esta resurrección, es estrenar el Teatro Jerezano con el musical de La historia interminable. Aspira a representar obras de Broadway en este nuevo espacio escénico. El proyecto se moverá entre dos y tres millones de euros, y pretende conservar el mayor número posible de butacas originales.
Las empresas que adquirieron el antiguo Cine Jerezano, Gran Rialto SL y beon. Worldwide, consiguieron el pasado verano la actualización de las prescripciones de protección de la finca.
Entonces, técnicos de Urbanismo elaboraron un informe permitiendo sótanos y dando el visto bueno a la adecuación de los huecos de planta baja de fachada a calle Caracuel y de los huecos secundarios de la fachada a Plaza San Andrés y calle Rosario.
El teniente de alcaldesa Agustín Muñoz, dijo, entonces, que era "una alta protección de un inmueble emblemático de la ciudad que permitirá la construcción de sótano (clave para las grandes producciones que espera albergar) y una adaptación a la normativa vigente que garantice seguridad, comodidad y accesibilidad".
