El actor jerezano Falín Galán impartirá un curso de clown el mes de julio en La Quemá.
La figura del payaso ha estado ligada a la risa desde siempre. Para Falín M. Galán, ser un payaso o clown es una filosofía de vida que permite mostrar las miserias de la realidad mediante la nobleza y honestidad del ser humano. El jerezano, fundador de la compañía El Calvo Invita, es un artista multidisciplinar con una amplia experiencia en el mundo de las artes escénicas y la interpretación. Desde hace algunos meses ha llevado a cabo por Andalucía un curso de iniciación al clown para todos los interesados en este tipo de arte. La Quemá es el lugar en donde Falín M. Galán impartirá este curso durante el próximo mes de Julio y en el que espera que los alumnos asistentes logren descubrir su propio payaso interior además de reconocerlo.
Durante cuatro días, los alumnos del curso pondrán en liza sobre el escenario mediante diferentes ejercicios prácticos la sensibilidad, la complicidad, el placer, los juegos y destrezas de cada uno, para poder sacar el payaso que habita en su interior. “El curso se basa principalmente en la práctica. A través de la filosofía clown y los diferentes ejercicios prácticos, el alumno deberá reconocer su payaso interior, tienen que ser conscientes de ello porque es lo que importa. Cuando un actor interpreta se fija en lo que tiene a su alrededor y adapta su personaje a las circunstancias para reconocerlo. El clown es diferente. "Primero se mira así mismo, honestamente, sin tapujos ni complejos. Cuando sale al escenario con esa verdad, el ejercicio empático con el público es fácil. A un bobo siempre se le quiere aunque nuestro subconsciente sepa que nunca nos va a engañar. Lo que pretendo enseñar a los alumnos es ellos mismos puedan descubrir la forma de sacar ese idiota interior cuando le apetezca y sean conscientes de lo que hacen", según explica el clown.
Falín Galán comenzó su andadura en Sevilla (aunque es jerezano de nacimiento), un lugar en el que fundó la compañía El Calvo Invita junto al actor jerezano José Manuel Poga y Juandi Ibáñez. “Soy de esas personas que creen que son payasos desde que nacen. Afortunadamente, he tenido la suerte de darme cuenta y poder rentabilizarlo. Comencé trabajando en una empresa de animación y posteriormente monté una compañía de clown en la que participan Juandi Ibáñez y José Manuel Poga. Allí hacíamos canciones, sketches de Faemino y Cansado o Les Luthiers entre otros. Nos gustaba el perfil que trabajábamos de clown sin darnos cuenta de ello”, rememora.
Una de las claves para ser un buen clown es sin duda poder desnudar el alma del actor. No siempre el trabajo del payaso está unido a la nariz roja y a los globos. “El payaso es capaz de convertir las debilidades en súper poderes. Es un ser que está en continuo contacto con el fracaso y de ahí saca la parte irrisoria. Es como el que llega de Canarias que viene con una hora de retraso. Los payasos siempre nos podemos enfrentar a cualquier miseria siempre que se haga desde el corazón", concluye.
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