Cuenta una leyenda que la desordenada sección intermedia de la canción “Sombra y luz” responde a los efectos de un porrito que se iban pasando los componentes de Triana... John Lennon o Eric Clapton podían llevar diez años en las drogas duras, pero aquí abajo todo era más limpio e inocente. En aquellos tiempos un simple cigarrito de la alegría todavía podía inspirar algunos de los mejores momentos del rock español. Lo ratifica Gonzalo García-Pelayo, quien fuera productor de Triana: “Todo el ambiente de Triana estaba basado en la marihuana, en el costo y en los estimulantes. Había ácido, pero más medido, y nunca en las grabaciones. Yo nunca los vi metidos en eso. En las composiciones sí”.
Tenía yo dos amigos,fumaban humo de reírpa' cuando estén mu' caídosles volvieran las ganas de vivir.Un día me los ligaronpor fumar el regalito de Dios,al que resistió lo matarony al otro el juez lo condenó.¿Pero qué malo hayen fumar, señor juez?
No llores más y ríete un poco:sólo un pasote te hará distinguir la verdad.
Encontrarás a cinco arcoírisy vestirás sonrisas con flores:sólo un pasote te hará sonreír de verdad”
“¡Vamos a volar,vamos a flipar,vamos a soñar nuestra realidad!
Quiero ser amigo de un enanopara oír colores de cristal:rojos, verdes, grises y violetas