El Teatro Real de Madrid abrirá sus puertas durante tres días para que uno de los principales espacios escénicos del país se llene de flamenco. Del 31 de mayo al 2 de junio, la bailaora gaditana Lucía Álvarez La Piñona (Jimena de la Frontera, 1985) pondrá en escena "un espectáculo fruto del proceso evolutivo de Insaciable" –estrenado en la pasada Bienal de Flamenco de Sevilla– y para el que se acompañará del cante de Jesús Corbacho y Ezequiel Montoya, además del toque de Ramón Amador.
Tres años después de su último paso por el ciclo Flamenco Real que organiza la primera institución de las artes escénicas y musicales de España, esta artista que acaba de recibir el Premio Lorca a la Mejor Intérprete Femenina Flamenca llega con “una propuesta en la que exploro los límites de mi cuerpo profundizando física y emocionalmente en el movimiento”, dice, con un claro objetivo: hacer llegar al público su baile desde el plano sensorial o intuitivo para "llevarlo a su máximo exponente o vaciarlo del todo”.
No obstante, estos Desvaríos de La Piñona “son piezas que van a ir cambiando o mutando”, por lo que cada recital será “único e irrepetible” bajo la pretensión de “compartir un viaje por los sentidos y las emociones que me despierta el flamenco de una manera absolutamente orgánica”.
Dispuesta a sucumbir, devorar o consumirse buscando el gesto auténtico, para recoger ese material y construir con solidez, en estas citas el público podrá disfrutar de una artista flamenca cuyas influencias se mantienen firmes en el mundo de lo jondo, pero que también transitan por sus márgenes, recogiendo en su forma de llevar el baile a los escenarios en un universo de emociones, tantas como espectadores vivan en primera persona cada uno de los tres Desvaríos que acogerá el Teatro Real a partir de mañana.
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