“Cuando se traduce un libro, nace a una nueva musicalidad”

La poeta Brigidina Gentile presenta en la Fundación Caballero Bonald sus dos últimas traducciones al italiano: 'Ítaca', de Francisca Aguirre, y 'The tango files', de Lourdes Vázquez

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Brigidina Gentile ha traducido dos libros al italiano, Ítaca, de Francisca Aguirre, y The tango files, de Lourdes Vázquez; ha cuidado las ediciones y ha conseguido acercar a estas dos autoras no sólo al público de habla italiana, sino también al mundo hispanohablante. Porque se trata de dos escritoras, Aguirre y Vázquez, que quizás no sean muy conocidas para muchos lectores, explicó Josefa Parra en la presentación de estas traducciones esta semana en la Fundación Caballero Bonald. Elisa Constanza Zamora, escritora y pensadora feminista, mujer renacentista, como resaltó Josefa Parra, fue la encargada de presentar estas dos obras y a su traductora. Hay dos razones fundamentales para traducir estos libros. La primera es que se trata de dos escritoras necesarias para conocer las raíces de nuestra cultura en castellano. Por lo tanto, son imprescindibles para aquellos lectores italianos que deseen comprender nuestra literatura. Además, sería la segunda, “cuando se traduce un libro a otra lengua, nace a una nueva musicalidad y cobra una nueva vida”. Brigidina, quizás por su condición de poeta, “trabaja las palabras de una forma especial”. Traducir es crear… Ítaca, de Francisca Aguirre, fue un libro “muy de su tiempo”. Es muy importante conocer esta obra para entender la poesía realizada por mujeres en los años setenta: “Es uno de los muchos eslabones que tiene la cadena de la poesía femenina que se va haciendo a lo largo de la historia de nuestra cultura”. La escritura de Francisca Aguirre está muy marcada por su biografía. Situada en la generación de los 50, Francisca “se agarra a las palabras para salir de la angustia de la infancia, marcada por la guerra”, explicó Elisa. Su padre, el pintor republicano Lorenzo Aguirre, fue encarcelado y ejecutado. En el libro, en Ítaca, Francisca Aguirre retoma un mito universal desde su mirada particular. Capta la esencia del mito de Penélope pero “sabe darle la vuelta para hablar de sí misma, con desgarro y cierto tinte existencial”. Pero sus poemas son mucho más, son una forma de contemplar y afirmar la vida a través de las palabras. El otro libro traducido por Brigidina Gentile es The tango files, de la escritora puertorriqueña Lourdes Vázquez. Su familia se trasladó a Harlem (Nueva York) cuando era muy pequeña. Allí Lourdes entró en contacto con la música, nos explicó Elisa. Y quiso ser bailarina. Sin embargo, un accidente le obligó a abandonar esa carrera. Entonces se dedicó a la escritura. Se trata de una autora que cambia de género con gran facilidad: poesía, novela, ensayo… “Y nunca se ha dejado llevar por las modas”. Este libro surge de una exposición: Borges. Time machine. En esta muestra había primeras ediciones de los libros del argentino, fotografías del álbum familiar y muchos recuerdos. A Lourdes le sorprendió la cantidad de documentación que había sobre el tango. Entonces comienza a investigar. Es un libro que celebra su pasión por la literatura, por el tango y por la vida: los movimientos, los silencios, el estatismo en el baile… “Desde su viaje a Argentina, el bandoneón le recorría su espina dorsal. Con este libro quiso que los lectores sintiéramos el tango como ella lo siente, entrando por la cabeza y saliendo por los pies”, recalca Elisa. Poesía y tango siguen el mismo ritmo, la misma coreografía. No distingue entre escribir y bailar el tango: metáforas y cuerpos en movimiento. Y el lunfardo, por supuesto, la jerga del tango, invento de los tangueros para hablar de sus sentimientos, y para ocultar… Tangos que al principio hablan de añoranza y, luego, de las pasiones más poderosas que mueven a los argentinos. El tango hay que saber caminarlo, como la poesía… La presentación contó con lecturas de poemas en castellano e italiano, audiovisuales y, gran sorpresa, una pareja bailando un tango en la sala.

Ítaca

¿Y quién alguna vez no estuvo en Ítaca? ¿Quién no conoce su áspero panorama, el anillo de mar que la comprime, la austera intimidad que nos impone, el silencio de suma que nos traza? Ítaca nos resume como un libro, nos acompaña hacia nosotros mismos, nos descubre el sonido de la espera.

Porque la espera suena: mantiene el eco de voces que se han ido. Ítaca nos denuncia el latido de la vida, nos hace cómplices de la distancia, ciegos vigías de una senda que se va haciendo sin nosotros, que no podremos olvidar porque no existe olvido para la ignorancia.

Es doloroso despertar un día y contemplar el mar que nos abraza, que nos unge de sal y nos bautiza como nuevos hijos. Recordamos los días del vino compartido, las palabras, no el eco; las manos, no el diluido gesto. Veo el mar que me cerca, el vago azul por el que te has perdido, compruebo el horizonte con avidez extenuada, dejo a los ojos un momento cumplir su hermoso oficio; luego, vuelvo la espalda y encamino mis pasos hacia Ítaca.

Sobre el autor:

juan carlos gonzalez

Juan Carlos González

Filósofo

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