De cuando Andalucía fue la cumbre de los ritmos rotos en el mundo: 'Break Nation'

David Pareja prueba en el XX Festival de Cine Europeo de Sevilla el inaudito protagonismo del Sur de España en un movimiento musical de fuerza desconocida más allá de sus miles de seguidores

David Pareja es director y coguionista del documental 'Break nation'.

Un territorio conocido por la inmensa fuerza de su cultura popular y tradicional, casi atávica, nacida en la primera noche del tiempo más lejano, se revela de repente como el lugar en el que una música juvenil y vanguardista alcanza un auge extraordinario, de difícil comparación con cualquier otro lugar del mundo. Lo nuevo en el país de lo eterno.

Es el prodigio que relata David Pareja en su documental Break nation. Es el guionista (junto a Antonio García Jiménez) y director de un documental que da fe de un acontecimiento excepcional, desconocido más allá de los miles (decenas de miles) de seguidores que reunió y aún mantiene atentos.

La sección Panorama Andaluz del XX Festival de Cine Europeo de Sevilla acogió en la noche de este viernes la presentación de una obra que ya se había estrenado con gran éxito de crítica y público en el certamen In-Edit de Barcelona. En la sala MK2 Cinesur Nervión Plaza no cabía nadie más. Este martes, la presentación llegaba a Málaga

Este realizador, formado en la prestigiosa Escuela de San Antonio de Baños, creada por Gabriel García Márquez en Cuba, ya había mostrado su capacidad para trasladar el ritmo a la pantalla con Indestructible (2017), el recorrido por la historia del son y la salsa acompañado por Diego El Cigala.

Pareja, fotografiado este jueves en una sala de Sevilla.  MAURI BUHIGAS

Ahora vuelve a la pasión musical que nunca dejó -fue programador del Festival Territorios- para relatar un acontecimiento en un lugar concreto, en un momento exacto. "Andalucía es el único sitio en Europa, en el mundo, en el que la música breakbeat se convierte en un fenómeno de masas".

Fue hace 30 años. Pareja y su documental fijan ese esplendor entre 1992 y 2022. "Era el momento de la Exposición Universal de Sevilla, del boom urbanístico, se anunciaba el euro, había una especie de esplendor alrededor del dinero, de la riqueza, la mayoría de la gente confiaba en el futuro por aquel entonces, era optimista", asegura para detallar el entorno sociológico de su historia.

Incluso encuentra explicaciones políticas a la irrupción de un movimiento cultural insospechado en el lugar menos esperado. "La inauguración de la autovía A-92, por ejemplo, fue fundamental porque vertebró el territorio andaluz, hasta entonces estaba muy roto. De repente, alguien podía ir de Sevilla a Málaga en poco más de dos horas. De Sevilla a Granada, en unas cuatro".

En ese espacio, con esas circunstancias, agarra con fuerza inusitada la variante de música electrónica conocida como break beat. Crece por la base. Miles y miles de chavales se enamoran desde sus casas, en sus pueblos, de ese "ritmo roto, fuerte y seco". A los creadores se suman pioneros de algo parecido a una industria. "Por ejemplo, nace Satisfaxion, la primera productora especializada, en Fuengirola".

"¡Prodigy actúa por primera vez en España en un chiringuito de Málaga en 1993!"

La presencia del turismo británico en la Costa del Sol sirve de combustible a una llama prendida en privado. Grupos y artistas luego legendarios aparecen por Andalucía de forma inopinada: "Prodigy actúa en un chiringuito de Málaga por primera vez en España en 1993 ¡en un chiringuito!". 

Esos creadores punteros de toda Europa están acostumbrados a tocar para un centenar de asistentes, o tres, en locales lúgubres de Londres, Berlín o Manchester "con el público mirando al suelo" pero cuando llegan a las provincias de Sevilla, Málaga, Cádiz, Huelva o Granada se encuentran con fiestas al aire libre en las que hay hasta 20.000 espectadores. "Lorca ya decía que los andaluces vivimos de puertas para fuera, en el resto de Europa se sorprendían, claro", adelante Pareja.

"Los músicos alucinan, no se lo creen, no se lo explican. Un programa de Canal Sur Radio, Mundo Evassion, se convierte en el más escuchado de una cadena pública. No había una feria, una fiesta de pueblo en la que no hubiera una noche, un apartado, para el breakbeat. Se convirtió en un fenómeno cuando en el resto de Europa y América, incluso en Reino Unido o en Florida, en cualquier sitio, era algo minoritario", detalla el director.

El realizador andaluz llega al Festival de Sevilla tras triunfar en el certamen In-Edit de Barcelona.   MAURI BUHIGAS

Esta enérgica crónica vivencial está presentada como una road movie musical alimentada con un asombroso archivo. Aparecen todas las etapas: la gestación, los primeros promotores de fiestas, los creadores iniciales, el star system de DJ que "tenían chofer, cogían tres vuelos en una noche o ganaban un millón de pesetas de la época en un día", todo, paso a paso, hasta la decadencia.

El retrato no ahorra contrastes ni sombras. Incluida la relación con las drogas. "Qué movimiento musical no la tiene, de los Beatles a Camarón, de Hendrix a Bob Marley". También están los estigmas, como la vinculación con cierta subcultura macarra, violenta, evolución de lo quinqui. Hasta Jesús Gil aparece en el repaso por esta potente antología de ritmos sincopados.

Todo fenómeno tiene nacimiento, crecimiento, auge y caída. David Pareja ha utilizado más de 90 testimonios en cuatro años de producción y rodaje para crear un trabajo que ya ha firmado Movistar para su plataforma de contenidos. El breakbeat andaluz, la break nation meridional, tras diez años de esplendor ininterrumpido, empezó a romperse una noche de marzo de 2002 en el pabellón Martín Carpena de Málaga.

Dos jóvenes murieron por intoxicación de éxtasis según las crónicas del momento. La investigación policial destapó que la convocatoria, organizada por la cadena pública Canal Sur, estuvo plagada de irregularidades, desde triplicar el aforo (8.000 eran los espectadores permitidos), hasta una escandalosa circulación de estupefacientes entre el aforo. "El periodismo sensacionalista, la televisión de aquel momento, se ensañaron", aunque el autor admite que tenían motivos, había carnaza.

"Este fenómeno forma parte de nuestro folklore, casi como el quejío, es comparable al rock andaluz de los años 70, al de Triana"

"El breakbeat comenzó como un movimiento musical luminoso pero como todo en este mundo fue atrayendo a gente distinta, personas de todo tipo. Los camellos se dieron cuenta de que había clientela. La droga pasó a formar parte de todo, claro. Va asociado, por desgracia", admite.

Tras la tragedia, llegaron años de cierto apagón pero tras una etapa de contrición, de autorregulación tras la explosión, la esencia sigue viva. "Hoy día, la música electrónica en Andalucía, el breakbeat, mantiene un lenguaje propio, está muy viva".

El director comparte su asombro por la capacidad de este sonido para mutar y sobrevivir: "A veces muestra un perfil de cierto andalucismo. De esa forma, está muy presente ahora. Igual encuentras algo en una canción de C Tangana, con una marcha de Semana Santa, que en Califato 3x4, o en lo de Breaking Bass. Hay un legado muy fuerte que arranca con Smash o La leyenda del tiempo. Este fenómeno, el breakbeat, forma parte del folklore andaluz, casi como el quejío, y ves que se funde con Camarón, con Los Chichos...".

Con la perspectiva de los 30 años transcurridos, para David Pareja esta variante de música electrónica es uno de los mayores movimientos musicales que se han dado en Andalucía, "comparable al rock andaluz ligado a la psicodelia en los años 70, el de Triana o Medina Azahara". Este "relato coral" habla de una época en la que todo el Sur fue una fiesta, "no debe extrañarnos, es nuestra cultura compartir la vida al aire libre. Sin ir más lejos, el Rocío es una gran rave".

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