Anécdotas, nervios y mucha emoción en la entrega de los Premios Nacionales de Flamenco en Jerez

El Museo de la Atalaya acoge la gala de 'Los Óscar del Flamenco' de la Cátedra de Jerez, donde José Luis Ortiz Nuevo arrancó el compromiso al Ayuntamiento para celebrarlos el año que viene en el Teatro Villamarta; "Este arte es inmaterial, pero los artistas no lo somos" señaló Eva Yerbabuena

04 de noviembre de 2023 a las 20:14h
Gala de entrega de los Premios Nacionales de Flamenco de la Cátedra de Flamencología de Jerez
Gala de entrega de los Premios Nacionales de Flamenco de la Cátedra de Flamencología de Jerez MANU GARCÍA

La Cátedra de Flamencología de Jerez y Estudios Folclóricos Andaluces ha vuelto a escribir una importante página en su historia. Tras once años de travesía en el desierto, volvía a entregar sus prestigiosos Premios Nacionales de Flamenco y las Copas Jerez de cante, toque y baile. Once largos años donde la institución decana no ha vivido su mejor época, pero que desde su rescate por parte de un nuevo equipo de trabajo ha llegado por fin a puerto. Primero, recuperando la revista de Flamencología — saldrá en breve su tercer número— y, posteriormente, con los que se consideran como los Óscar del Flamenco.

Y no faltó nadie. Llegados desde muchos puntos de España, la nómina de galardonados de esta edición congregaba artistas que se subían temprano a aviones desde la otra frontera del país e incluso hacían posible que otros intervinientes de la gala tuvieran tiempo de marcharse hasta Almería para atender compromisos profesionales.

Gala de entrega de los Premios Nacionales de Flamenco de la Cátedra de Flamencología de Jerez
Luis El Zambo, con su familia, celebrando la Copa Jerez de Cante.    MANU GARCÍA

"Ha sido un golpe de ánimo y emoción ver hoy a tanta gente aquí para hacer realidad estos premios"

María del Mar Carrasco, como la ocasión merecía, fue digna y elegante maestra de ceremonias, controlando cada punto de la escaleta y dando los pasos protocolarios necesarios a los intervinientes. El primero, el presidente de la Cátedra, Fran Pereira, desmenuzaba los pormenores de un acto que “supone el reconocimiento a todas aquellas personas y entidades que han trabajado por y para el desarrollo y la divulgación del arte jondo”.

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Gala de entrega de los Premios Nacionales de Flamenco de la Cátedra de Flamencología de Jerez
Gala de entrega de los Premios Nacionales de Flamenco de la Cátedra de Flamencología de Jerez.   MANU GARCÍA

No obstante, también quiso reconocer que estos premios que comenzaron a concederse en 1964 — al mejor disco y mejor trabajo de investigación, a Manuel Cano, por un lado, y a Ricardo Molina y Antonio Mairena, por el otro— cumplían 59 ediciones en 2023 no exento de obstáculos, a pesar de ser "un verdadero estandarte para todos los artistas e instituciones que lo poseen relacionadas con el mundo del flamenco, tanto en el ámbito nacional como internacional".

Gala de entrega de los Premios Nacionales de Flamenco de la Cátedra de Flamencología de Jerez
Foto de familia de los siete Premios Nacionales de Flamenco y las tres Copa Jerez de este año.   MANU GARCÍA

“Ha sido un golpe de ánimo y emoción ver hoy a tanta gente aquí para hacer realidad estos premios, en un día que pensé que nunca iba a llegar” destacaba el máximo responsable de la decana de las cátedras flamencas, quien incidía que a lo largo de este último año y medio ha habido "momentos de alegría", pero también de "desidia y de casi tirar la toalla, por llamarlo de alguna manera”.

"Los Premios Nacionales de Flamenco son un verdadero estandarte para quienes lo poseen"

Así, con el ímpetu de poner en marcha la revista de Flamencología y dar continuidad a los Premios Nacionales, agradecía como presidente de la junta directiva “el trabajo y el apoyo” que han tenido tanto de instituciones, como de muchas personas para ponerlos en marcha y hacer posible que siga caminando un galardón que han recibido “más de 300 artistas y profesionales del flamenco a lo largo de su historia”. Por último, aprovechaba la ocasión para destacar “el carácter altruista” de una institución que “no se mueve por intereses, ni busca contraprestaciones por defender lo que consideramos como algo nuestro”. “Viva España y viva Jerez” exclamaba en el cierre de su intervención recordando a Juan Franco Martínez, Juan de la Plata.

Una entrega de premios cargada de emoción, que también dejaba anécdotas entrañables

La entrega de tres Copas Jerez y siete Premios Nacionales de Flamenco componían el grueso de un acto, que contó con la participación de Nono Jero recordando por bulerías a su tío Periquín en la apertura. Además, dos intermedios compuestos por Tomás Rubichi con Antonio Higuero y Mercedes Ruiz, respectivamente, generaban la pausa necesaria entre parte y parte de la gala. Por soleares y fandangos los primeros y, recordando la bailaora sus inicios artísticos en un pasaje de su espectáculo Segunda Piel, en el que realiza una coreografía por seguiriyas al son que le marca Manuel Morao en Rito y Geografía del Cante, la ceremonia de entrega de premios estuvo llega de gestos de cariño, compromiso con el flamenco y más de una anécdota.

Desde agradecimiento nervioso de Gema Moneo hasta el fandango dedicado a Rafael de Paula de Romerito, la hora y media pasada de gala de entrega de premios dejó momentos para el recuerdo. “Este premio se lo quiero dedicar a mi madre, que ha hecho el esfuerzo de salir de casa hoy para acompañarme” decía un emocionado Alfredo Lagos tras recoger la Copa Jerez al Toque, en la que la anécdota la marcó uno de sus maestros — Manuel Lozano El Carbonero— quien tras entregarle el premio se iba sin darse cuenta con uno de ellos para su asiento. “Ahora te regalo la botella de vino, pero déjamela aquí un momento” le señalaba Alfredo entre risas.

José Luis Ortiz Nuevo durante la gala de entrega de los Premios Nacionales de Flamenco de la Cátedra de Flamencología de Jerez
José Luis Ortiz Nuevo, genio y figura, solicitó el Teatro Villamarta para la edición de los premios en 2024.   MANU GARCÍA

Por su parte, Luis El Zambo, al recoger la Copa Jerez de cante recordaba su tardanza en dedicarse a cantar "aunque he cantado con toda mi gente y mis amigos de fiesta desde siempre y me lo he pasado muy bien”. Su padre no quería que fuera cantaor, sino que “me dedicara al pescao como él” y no le faltaron ganas de echar en el Catavino de Plata “una mijita del vino del que me acaban de regalar”.

“Somos un grupo muy cohesionado que si algo nos caracteriza es que no nos movemos en los códigos tradicionales”, argumentaba Carlos Martín Ballester tras recoger el Premio Nacional a la Investigación como presidente del Círculo Flamenco de Madrid. El máximo responsable del ente asociativo de la capital del reino destacaba también que son “una asociación independiente que pone en el centro del círculo a los artistas, que son los verdaderos protagonistas de esto”.

Genio y figura como es habitual en él, José Luis Ortiz Nuevo no se cortaba en el atril y solicitaba a la alcaldesa de Jerez, María José García Pelayo, que “el año que viene estos premios se celebren en el Teatro Villamarta” y, abundando en la petición, señalaba que se encargaría de hacer lo posible por hablar con “mi sobrina la princesa — que para eso es Ortiz de apellido— para que también estudie flamenco, aparte de soldada, y venga aquí a enterarse”.

Gala de entrega de los Premios Nacionales de Flamenco de la Cátedra de Flamencología de Jerez
Mercedes Ruiz realizó un pasaje por seguiriyas de su espectáculo Segunda Piel durante la gala.   MANU GARCÍA

El flamenco es patrimonio inmaterial, pero los artistas no lo somos

Dentro de cualquier nómina de galardones o premios que se entregan, siempre hay unos con más peso que otros y, llegado el momento de entregar los de mayor relevancia, — maestría, baile, toque, cante y honor—, los discursos se expresaron con mayor sentido de pertenencia al mundo de lo jondo y con mayor reivindicación, sin máscara alguna.

Tan es así, que Carmen Linares tras recoger el galardón a la Maestría, reconocía que ella “lo ha dado todo por el flamenco y este arte me lo ha devuelto con creces”. “Estoy agradecida de que esta música haya estado presente en mi vida desde muy pequeña” añadía, porque este género musical le ha permitido expresar y “dar todo lo que llevo dentro y hacer felices a mucha gente”.

Gala de entrega de los Premios Nacionales de Flamenco de la Cátedra de Flamencología de Jerez
Riqueni, Carmen Linares, Gema Moneo, José Luis Ortiz Nuevo y Luis El Zambo tras la entrega de premios.   MANU GARCÍA

“Yo he empezado a llorar sentada” decía emocionada Eva Yerbabuena con el Premio Nacional de Baile en sus manos “rodeada de tantos hermanos artísticos entre los que me siento muy pequeña”. “Hay grandísimos maestros que han sido mi referente desde que empecé a los once años y todos ellos han nacido para quedarse eternamente entre nosotros” añadía, incidiendo en que expresarse cantando, tocando o bailando lo que realmente se siente es "algo que no nos pueden quitar”. “El flamenco es inmaterial, pero los artistas no lo somos y tenemos que cuidarlo, mimarlo y hacer que se siga sintiendo vivo” sentenció.

Con la emoción a flor de piel, llegaba el turno a Vicente Soto Sordera de recoger el galardón que le incluye dentro de la nómina que compone el olimpo de cantaores de la Cátedra. “En la historia del cante sabemos que estos premios son los más importantes que hay” abundaba el jerezano, quien apuntaba sobre la capitalidad del flamenco que “de los cuatro pilares que tiene, por lo menos dos están aquí en Jerez”.

Gala de entrega de los Premios Nacionales de Flamenco de la Cátedra de Flamencología de Jerez
Vicente Soto, Riqueni y Alfredo Lagos antes de bajar del escenario tras la foto de familia.   MANU GARCÍA

Visiblemente emocionado, “llorado ya en el avión donde he gastado tres o cuatro pañuelos” y dando un largo abrazo a Paco Cepero, el maestro sevillano Rafael Riqueni aterrizaba en el escenario recién llegado de Barcelona, sin saber “si son aún buenos días o ya son buenas tardes”, pero encantado de estar a tiempo para “recibir este premio de manos de mi amigo” y pedir un fuerte aplauso para todos los compañeros, guitarristas, cantaores y bailaores que “están con nosotros de otra forma, en nuestros corazones, y eso hace que estén ahí para siempre”.“Jerez desde un niño me trae muchísimos recuerdos” apuntaba Riqueni, recordando la época en la que “mi padre me traía aquí a la Peña los Cernícalos”

Por último, con el público en pie, Manuel Romero Pantoja Romerito recogía el galardón honorífico. “Le doy las gracias a la Cátedra por acordarse de mí, porque a mis 91 años me queda ya un cuarto de hora”, exponía el artista jerezano, reconociendo que “hablo muy poco, pero canto mucho y, por eso, os voy a agradecer este premio cantando un fandanguito dedicado a Rafael de Paula”. Y a cuerda pelá que se templó ni corto ni perezoso.

Gala de entrega de los Premios Nacionales de Flamenco de la Cátedra de Flamencología de Jerez
Romerito de Jerez recibía de manos de Angelita Gómez el Premio Nacional de Flamenco en su mención honorífica.   MANU GARCÍA

Algo más de hora y media había transcurrido y llegaba el momento encarar la recta final. Tras el largo discurso sin papeles de María José García Pelayo, a pesar de insistir en dos ocasiones que quería ser breve, la alcaldesa jerezana recogía el guante de José Luis Ortiz Nuevo. Señalando que el principal espacio escénico de la ciudad albergaría la gala de entrega de Premios Nacionales de Flamenco y Copa Jerez de la Cátedra de Flamencología el próximo año, felicitaba a los organizadores del acto antes de que Coral de los Reyes con su cante y José Zarzana en el piano pusieran colofón a la gala con la zambra Solea de mis pesares. Tras las fotos de rigor y otras más desenfadadas con amigos y familiares, todos fueran buscando en los exteriores de la sala Don Federico la copa por la que brindar por el flamenco, la cultura y la recuperación de estos premios que son lo más de lo más en el mundo jondo y menos jondo.

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David Montes

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