Amy Winehouse, Bowie y Mick Jagger invaden la Sala Barbablanca

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'Inspírame', de Leticia Millán, en el espacio cultural de lavozdelsur.es.

Y por la Sala Barbablanca sonaron, sin ser cantados, los versos de David Bowie, el Bang Bang de Nancy Sinatra y el soul más profundo de la británica Amy Winehouse. A las puertas de la noche de San Juan, el espacio cultural de lavozdelsur.es vivió una transformación mágica y se convirtió en un neotemplo donde los viejos dioses están muertos para homenajear a los nuevos, los iconos de la música del siglo XX. "Estamos aquí para venerar la energía de estas pinturas", declaró Joaquín Carrera, presidente de Comunicasur Media. "Uno llega, venera y recibe la energía de Bowie", agregó, ensalzando la fuerza de las obras de la exposición Inspírame, de la pintora jerezana Leticia Millán. Esta colección de artistas de la música estará de forma permanente en la Sala Barbablanca (calle Pozuelo, 2) hasta el 28 de julio y se podrá visitar en horario de tarde, de 17 a 21:00 horas, de lunes a viernes.

"Los artistas son seres poseídos, entusiasmados, fuera de sí mismos. Necesitan huir del territorio conocido para encontrarse, para hallar las conexiones esenciales, vitales. Pero si los dioses se han retirado, si las musas son de barro, ¿quién visita al artista en la noche?", se preguntó Juan Carlos González, filósofo y articulista cultural en lavozdelsur.es. Los Rolling Stones y compañía son los que, a día de hoy, visitan a la artista jerezana para inspirarle en sus creaciones pictóricas. Un trance que le hace evadirse de la realidad y conectar con el pincel y su lienzo. "El silencio sólo trae oscuridad y confusión. El ruinoso mecanismo de pensar anhela quebrar el silencio, tan borroso, para alumbrar formas bellas. Leticia rinde homenaje a esa música de fondo que le otorga claridad en su trabajo creativo", explica González en el tríptico de la muestra pictórica, folleto que muchos de los presentes utilizaron a modo de abanico para mitigar el calor. Mientras el dúo jerezano formado por el contrabajista Miguel Peñalver, y el guitarrista Javi de Miguel, introducían un toque de jazz a la noche, Leticia Millán agradecía la bienvenida del público a un espacio "tan acogedor como es la Sala Barbablanca". "El silencio, como dice Juan Carlos González, es necesario, pero también es bueno que bebamos de la música, y que nos dejemos llevar, inspirar, por los músicos", expresó la joven jerezana durante la inauguración de su última colección, Inspírame. Con ella, la autora busca que el espectador no solo disfrute contemplando la obra, sino que el personaje retratado le traslade a un recuerdo pasado, a una vivencia que le evoque alguna emoción o sentimiento ya experimentado. 

"Me gusta que mis cuadros ayuden a la persona que lo vea, que se evada por un momento, aunque solo sea por una décima de segundo, de la realidad. Y que sienta felicidad por los colores. Simplemente provocar una emoción positiva en el espectador", especificó la artista a lavozdelsur.es en una reciente entrevista. "Hay tantos problemas: la política, la crisis, la economía, el trabajo, la gente joven, las oportunidades... Tenemos tantas barreras a nivel humano y con tan pocas oportunidades con tanta gente que vale... Entonces pienso: Jolín, a la hora de pintar, que se evadan y se sientan en un lugar mejor", agregó. La entrada a la noche de San Juan comenzó con música y vino, como en los ritos, y acompañado de un escaparate pictórico de leyendas vivas de la cultura. 

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