Alba Espert, promesa de la guitarra flamenca: "Siempre hay quien te mira por encima del hombro por ser mujer"

La jerezana es la primera fémina en ganar el Certamen de Jóvenes Flamencos, de Córdoba, tras 16 ediciones

Alba Espert, durante su actuación en el certamen.

Han tenido que pasar 16 ediciones del Certamen de Jóvenes Flamencos, de Córdoba para que el primer premio de guitarra solista ‘Vicente Amigo’ se lo llevara una mujer. La merecedora de tal reconocimiento es Alba Espert Ruiz, jerezana de 21 años y una enamorada de la guitarra flamenca desde los ocho. Pasó por la academia de El Carbonero, fue alumna del maestro Balao y de José Ignacio Franco, además de aprender lenguaje musical de la mano de Rosario, la Reina Gitana y ahora estudia segundo curso de la carrera de guitarra flamenca en el Conservatorio Superior de Córdoba.

“Ni yo misma sé cómo con solo ocho años elegí la guitarra flamenca en lugar de la clásica, porque en mi familia nadie se dedicaba al flamenco”, señala la jerezana, que ahora reconoce que “salvo para comer, dormir y ducharme, tengo la guitarra siempre en las manos”.

Alba se alzó con el primer premio tras cautivar a un jurado compuesto por Antonio Fernández Díaz 'Fosforito', Cristina Hoyos, Manuel Martín Martín, Manuel Moreno Maya "El Pele" y Rafael Rodríguez 'Merengue de Córdoba'. Entre las claves de su éxito, el no repetir los temas que ya había interpretado con anterioridad a la final. “Aunque me dejaban repetir no quería hacerlo, por si el jurado también optaba por saber sí tenía más repertorio y no dos obras preparadas para el concurso”. Así, interpretó granaínas y serranas en solitario y acompañó al baile de la joven Lorena Doblas 'La Rubia', con el cante de María José Abad por cañas. “Solamente con el jurado que había ya era un lujo ponerse tan joven encima de un escenario, y además que apostaran por una persona como yo, en un mundo tan difícil para las mujeres”.

Y es que, como destaca la joven, es muy difícil ver sobre un escenario a mujeres que acompañen con su guitarra un cante o un baile, algo que hace que la guitarra flamenca tenga algo de machismo. “Afortunadamente cada vez va habiendo menos, pero a lo largo de la historia lo ha habido y en la actualidad lo sigue habiendo, siempre hay quien te mira por encima del hombro por ser mujer”. Aun así, afirma que las mujeres no le aportan más sensibilidad a la guitarra flamenca. “Eso es aprenderlo. Si no le pones sentimiento da igual que seas hombre o mujer, es lo que sientes por el instrumento. Yo creo que lo que hay que hacer es tocar mucho y practicar muchas horas, ya seas hombre o mujer, niño o niña”.

A pesar de su juventud, Alba tiene claro quiénes son sus referentes, tanto en la guitarra —Paco de Lucía, Sabicas, Niño Ricardo o Niño Miguel— como al cante —Naranjito de Triana, la Paquera, Terremoto— ,“gente que haga el flamenco como es y como yo lo entiendo”, y en cuanto al futuro, tiene claro que se quiere dedicar profesionalmente a la guitarra, ya sea impartiendo clases o bien haciendo recitales o haciéndose hueco en una compañía. Eso sí, le da un palito a su Jerez natal, donde afirma que las peñas flamencas “son un círculo cerrado, solo para los artistas consagrados. No le abren a los jóvenes el camino para que se puedan lucir”.

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