Se esperaba desde hacia algunos días y hoy el obispado a dado un patada hacia delante en el asunto de las controvertidas elecciones en la Hermandad del Soberano Poder. Esta hermandad lleva celebrados dos cabildos electorales que han sido anulados, el primero por entenderse que el candidato vencedor, Julio Gutiérrez, no alcanzó la mayoría absoluta que se exige para dar por válida la convocatoria, la cual le hubiera sido favorable si no llega a anularse un voto emitido por correo de un hermano residente fuera de la ciudad, pese a que tenía todos los certificados de autencidiad exigidos, incluida una copia del BOE en la que se recoge el traslado de dicho hermano a su actual empleo lejos de Jerez.
La segunda cita electoral, que no debió celebrarse dado que no estaba resuelta la impugnacion sobre la anulación del voto de marras, la ganó por un estrecho margen el otro candidato Abraham Lanza. También se impugnó este cabildo y todo quedó en manos de la Vicaría General, que hoy ha dictaminado celebrar unas terceras elecciones con los mismos candidatos, resolviendo también que el voto decisivo del primer cabildo era válido. Sin embargo, el obispado no da por buenas las primeras elecciones ya que, según se argumenta, no se contabilizaron los votos nulos en el recuento de los emitidos, algo que habría variado las cifras de votos necesarios para alcanzar la mayoría absoluta.
Este es el gran enredo en el que está inmersa esta joven cofradía con dos cabildos celebrados, con sus correspondientes agrios periodos pre electorales, que está dejando una situación interna bastante delicada. De hecho, una fuente cercana a uno de los candidatos, asegura que esta tercera cita no se llegará a celebrar porque seguirán reclamando la legalidad del resultado del primer cabildo aunque sea por la vía civil.
Una vez más los 'expertos' de Bertemati (Casa de la Iglesia) vuelven a enredar las cosas tal y como ha venido sucediendo en otra hermandad como la del Prendimiento. Anulaciones, impugnaciones, errores por todas partes, engaños, vulneración de la normativa y un largo etcétera de irregularidades adornan estas citas electorales que no están siendo todo lo bien gestionadas que debería ser por parte de quienes tienen la obligación de impartir la justicia eclesial dando la sensación de que en vez de tener la normativa diocesana en la mano, han tomado la ley salomónica para revolver todo aquello que precisa de conocimientos, inteligencia y búsqueda de la verdad.
Comentarios