Junto a las medidas de carácter sanitario que adopte cada hermandad para los costaleros en los ensayos - no hay un criterio unificado-, se suman las de seguridad en el tráfico cuando se use la vía pública. En Jerez, según confirmó a este medio el presidente de la Unión de Hermandades, José Manuel García Cordero, siguen vigentes las establecidas desde antes de la pandemia. De esta forma vuelven los chalecos reflectantes para el capataz, auxiliares y personal que va por fuera; a las parihuelas se les colocarán señales luminosas y horarios para conciliar el tráfico con esta actividad.
Este reglamento se ha revisado en Sevilla donde, al igual que en Jerez y en otras muchas ciudades, el desarrollo de los ensayos por las calzadas han provocado accidentes y ocasionado episodios problemáticos con altercados con conductores víctimas de atascos y retenciones, sobre todo por el casco antiguo.
Asimismo, en más de una ocasión, la Policía Local ha tenido que intervenir e incluso sancionar a alguna hermandad por alteración de la normalidad en el tráfico urbano en zonas de gran tránsito, además de no poseer permisos para desarrollar la actividad en la vía pública.
La respuesta fue la implantación de una norma de obligado cumplimiento bajo la advertencia de sancionar a los responsables del ensayo si no se cumplen. Fue una medida consensuada entre la Unión de Hermandades y el Ayuntamiento. Ahora cuando se está en puertas de que se generalice la presencia de parihuelas por las calles, cabe la duda de si la normativa ha sido recordada a las cofradías para su aplicación.
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