Cuatro escuelas-taller enseñan en Jerez los secretos del bordado

El artesano José Segura los dirige con un objetivo paralelo, crear cantera: “Los bordadores nos vemos con problemas para encontrar mano de obra preparada”

Cuatro escuelas-taller enseñan en Jerez los secretos del bordado. José Segura ante el alumnado en La Viga. 

La puesta en marcha de estas iniciativas en Jerez, además de ofrecer un aprendizaje, tiene una intención paralela, solventar el problema que tienen los artesanos bordadores cuando precisan de mano de obra ya formada para trabajar en sus talleres. Antes, la figura del aprendiz era a lo que se recurría para formar a nuevos profesionales. La legislación laboral no lo permite por lo que el recurso del taller-escuela se convierte en la mejor vía para crear cantera.

Así lo explica el bordador jerezano José Segura, que actualmente dirige cuatro talleres de aprendizaje. “Los artesanos tenemos muchas limitaciones a la hora de contar en los momentos de más trabajo con personal preparado. Cuando los necesitamos nos llegan los problemas; al desaparecer la figura del aprendiz es imposible encontrar a personas preparadas para trabajar”, dice Segura, subrayando que “con estos cursos salen personas preparadas para este oficio”, a la vez que a las hermandades que los organizan se les ofrece la posibilidad de tener hermanos “preparados para cuidar del patrimonio textil de la cofradía”.

El curso más veterano es el de la Hermandad del Transporte “que surgió ante el interés de hermanos y hermanas por aprender las técnicas del bordado”, del mismo modo que sucede en El Carmen y en la Hermandad de la Viga. En este ultimo caso, el curso acaba de empezar. El alumno paga una matrícula y los materiales los aporta la cofradía.

El taller abierto en la casa de hermandad de la cofradía del Lunes Santo. 

Caso aparte es el curso puesto en marcha por la plataforma ‘Jerez por Santiago’, organización creada cuando se cerró el templo y cuyo fin fue ayudar, antes, a su rehabilitación y ahora a su mantenimiento además de fomentar actividades dirigidas a los habitantes de la zona. Está patrocinado por una entidad privada y forma parte de una estrategia formativa destinada a los vecinos del barrio a fin de ampliarles sus conocimientos culturales. En este caso, ademas de taller de bordados que dirige Segura, también se imparten otros dedicados a la pintura y al teatro.

Los cursos tienen una parte teórica que comprende la historia y evolución del bordado, y otra práctica en la que se enseñan las diferentes técnicas y el uso de los materiales, entre otras materias. Sin embargo, el aprendizaje del arte del bordado no es nuevo en las cofradías. Algunas de ellas han montado o tienen talleres sus casas de hermandad en la que hermanos y hermanas dan sus primeros pasos en el oficio con el objetivo principal de crear nuevas piezas bordadas para la cofradía o reparar otras.

La pionera en esto fue la Hermandad de la Viga que en la década de los 90 del siglo pasado, creó el primero para los hermanos y dirigido por Pedro Ramírez. De ese grupo salió el actual paso de palio de la hermandad que se realizó en el denominado bordado de aplicación. Precisamente, el bordador José Segura fue testigo de aquella iniciativa que, entonces, tanto llamó la atención en el mundo cofrade jerezano.

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