El inicio de 2026 estará marcado por un ambiente más frío de lo habitual en gran parte de España, una situación que podría extenderse hasta la semana de Reyes. Así lo indican las previsiones avanzadas por la Agencia Estatal de Meteorología, que apuntan a un arranque del año condicionado por temperaturas inferiores a las normales para estas fechas, especialmente en la Península y Baleares. Este escenario, no obstante, presenta algunas diferencias territoriales y un grado variable de incertidumbre conforme se amplía el horizonte temporal del pronóstico.
Según la información disponible, la semana comprendida entre el 29 de diciembre y el 4 de enero será previsiblemente más fría de lo normal en prácticamente todo el país. La excepción será Canarias, donde se esperan temperaturas suaves y acordes con la climatología habitual del archipiélago. En ese mismo periodo, las precipitaciones tenderán a ser escasas en la mayor parte de la Península, aunque podrían registrarse lluvias en algunos puntos del litoral mediterráneo. En Baleares y Canarias, los modelos apuntan a la posibilidad de precipitaciones por encima de la media.
Para la semana siguiente, del 5 al 11 de enero, la Aemet señala que, pese a la incertidumbre asociada a la distancia temporal, los datos actuales sugieren la continuidad de un patrón térmico frío. Tanto la Península como Baleares podrían experimentar temperaturas inferiores a las normales, prolongando así el ambiente invernal más allá de las fechas festivas. En cuanto a las lluvias, no se aprecia una tendencia definida, aunque se contempla un posible escenario seco en Galicia y más lluvioso en el extremo sur peninsular y en ambos archipiélagos.
Ligera subida a mitad de enero
Las previsiones para la semana del 12 al 18 de enero indican una ligera aproximación de las temperaturas a los valores habituales, aunque todavía se mantendrían por debajo de la media. En este periodo podría aumentar la probabilidad de precipitaciones en el sur de la Península y en los archipiélagos. La agencia meteorológica subraya que, a medida que se avanza en el calendario, la fiabilidad del pronóstico disminuye y las condiciones previstas podrían experimentar cambios significativos.
En conjunto, el panorama meteorológico para las primeras semanas de 2026 apunta a un inicio de año dominado por el frío, con una distribución irregular de las lluvias y notables diferencias regionales. La Aemet insiste en la necesidad de seguir actualizando las previsiones conforme se acerquen las fechas, dada la incertidumbre inherente a los pronósticos a medio y largo plazo.
