La víctima de una violación grupal en los Sanfermines de 2016 sigue reclamando justicia. Por ello han pedido al juez una condena de dos años y un día de cárcel para dos detectives que la siguieron tras los hechos y su posterior denuncia con el fin de comprobar que la víctima de la violación hacía vida normal, según ha adelantado El Periódico de España. Algo que plasmaron en un informe para intentar rebajar la condena de los acusados.
En concreto, la abogada de la víctima esgrime delitos de revelación de secreto y contra la intimidad en concurso con otro contra la integridad moral. En el escrito presentado, se señala que estos detectives no sólo quisieron comprobar la actitud de la joven tras los hechos en espacios públicos, sino también su comportamiento con imágenes y vigilancia en su vida privada con familiares y amigos.
Los detectives fueron contratados por la madre de uno de los condenados e incorporaron el informe a la investigación que se llevó a cabo en 2016, pero fue retirado antes del juicio. Se trata de un documento donde hay imágenes de la vida privada de la joven tras ser agredida sexualmente y donde se muestran momentos con amistades.
Este seguimiento incluye afirmaciones donde valora su risa o cómo se lo está pasando. También la siguieron en cenas con su familia en las que estaba "cómodamente", según los detectives. Aunque el juez encargado del caso archivó dos veces la investigación, la Audiencia Provincial de Madrid ha obligado a reabrir el caso al ver indicios de delito en los detectives.
