Rafa Guerrero, reconocido psicólogo especializado en el desarrollo emocional y el TDAH, ha estado en Jerez como invitado al Attendis Talks, un evento que reúne a más de 400 familias y que está diseñado para ofrecer a madres y padres la oportunidad de reflexionar sobre temas actuales y enriquecer su vida familiar.
Guerrero cuenta con una amplia trayectoria en la atención a niños y adolescentes. Es director de Darwin Psicólogos en Madrid y ha impartido clases en varias universidades. Además, es autor de numerosos libros sobre educación emocional y tiene un podcast que aborda temas relevantes para padres y educadores.
Licenciado en Psicología Clínica y de la Salud por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), doctor en Educación y Máster en Psicoterapia Breve. Son sus credenciales oficiales, pero después sabe cómo usar un lenguaje cercano y directo. Así lo hizo en esta intervención, donde habló acerca de la Neuroeducación emocional en la era digital.
"El mundo digital hace un perjuicio en aquellos casos donde no se ha gestionado adecuadamente. Nos encontramos con una gran cantidad de dispositivos tecnológicos que son muy adictivos para niños, adolescentes y para adultos. Y están preparados para que así sean, para que pasemos cuanto más tiempo en ellos, mejor. ¿Cuánto ha afectado esto a la gestión de las emociones? El dispositivo tecnológico muchas veces lo que hace es meterte las redes sociales y te meten en un funcionamiento muy automático. No es lo habitual que fomenten el pensamiento crítico, el razonamiento, la compasión ni la empatía. Los dispositivos tecnológicos, pero hay que saber gestionarlos. No podemos pasar más tiempo online que offline. El tiempo que dedicamos a hacer deporte, a alimentarnos de una manera consciente y sana, a estudiar, a estar con nuestras personas queridas tiene que ser siempre muy superior al tiempo que dedicamos a las redes sociales o a ver la televisión", asegura.
El mundo tecnológico puede ser una herramienta muy útil, pero surge la duda de en qué momento deben los niños acercarse a él. En opinión del psicólogo, bajo ningún concepto se puede producir un contacto habitual o cotidiano con dispositivos tecnológico "por debajo de los seis años". Para Rafa Guerrero, "cuanto antes entremos en contacto con dispositivos tecnológicos, peor va a ser el desarrollo cerebral. No pasa nada porque veamos de vez en cuando una película, siempre y cuando la veamos en familia. No pasa nada porque tengamos una videollamada con los abuelos porque se han ido a Canarias. Siempre y cuando sea algo puntual y que no sea la dinámica habitual donde yo estoy dedicando tres horas a ver la televisión, tres horas a estar en redes sociales o tres horas a los videojuegos".
"Un cerebro de un adolescente de 14 años está en desarrollo. Es tremendamente adictivo y muchas veces aquellas necesidades que tienen nuestros jóvenes, nuestros adolescentes, que no son cubiertas mediante el vínculo, mediante la relación con su mamá, con su papá, con sus profes, ellos las encuentran tecnológicamente cubiertas y durante un breve espacio de tiempo en las redes sociales. ¿Por qué necesito que la gente le dé a me gusta a mis publicaciones y por qué necesito que la gente me ponga muchísimos comentarios? Seguramente porque saliendo de ese mundo virtual, en mi mundo real, yo no me siento visto, importante, integrado ni digno de ser querido, de ser amado. Y lo busco en otro sitio".
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es otra de las especialidades del psicólogo, que entona el mea culpa cuando habla sobre la gestión de estos casos: "Cada vez estamos más formados y más informados, pero eso no quiere decir que todos estemos sensibilizados. Yo siempre digo que los niños y los adolescentes que están diagnosticados de TDAH son muy señalados o muy estigmatizados y no son comprendidos por los adultos. Y dentro de los adultos hablamos no solamente de familia, sino también hablamos de docentes, desgraciadamente. Estamos viendo TDAH donde no lo hay TDAH".
En sus libros sobre educación emocional hay algunos que van orientados hacia el público infantil. En ellos suele haber alguna metáfora "para que los niños entiendan el objetivo que me ha propuesto el cuento que escribí sobre el TDAH, para que entiendan cómo es un niño con TDAH. Que entiendan qué hay dentro de su cerebro, con personajes que son los que habitan en cada una de las partes del cerebro y cada una con sus funciones y que lo puedan entender. Para los papis y para los maestros lo que hago es tratar de explicarlo con un lenguaje lo más sencillo y lo más práctico posible para que ellos, en primer lugar, no se sientan criticados ni juzgados".
Son muchos los centros educativos que se comunican con los padres de los alumnos a través de una plataforma donde se les informa de novedades e incidencias sobre calificaciones o comportamientos de los niños. Guerrero dice al respecto que "estamos tan estresados, estamos tan necesitados los padres de información, que llega un momento en que la información ya se convierte en desinformación. Y lo mismo pasa con nuestros hijos en la escuela. Yo creo que mamá y papá de las familias tenemos que delegar muchas cosas en la escuela que se tienen que quedar ahí, que tienen que gestionar no solamente nuestros hijos, sino también los profesores, los jefes de estudio y el centro, que para eso hemos elegido este centro. El estrés en pequeñas dosis es un gran motivador para el cerebro y nos va a hacer o nos va a permitir hacer las cosas bien, pero el estrés a grandes dosis es puro veneno".
