La Universidad de Sevilla se desespera: cuando un 'guiri' interrumpe tus clases

El rectorado de la Hisplanese es patrimonio de la ciudad y el aumento del turismo azota el día a día de los estudiantes

Turistas frente al rectorado de la Universidad de Sevilla, en una imagen de archivo.

El edificio del rectorado de la Hispalense impone. La antigua Fábrica de Tabacos destaca entre monumentos emblemáticos de la ciudad. Cruzando la calle San Fernando, los Alcázares, contiguos a la Giralda. Cruzando la avenida del Cid, el parque de Maria Luisa y la plaza España. Por detrás, otro emblema de Sevilla, el Alfonso XIII, y el palacio de San Telmo, sede del Ejecutivo andaluz. Por eso, el rectorado de la Universidad de Sevilla es zona de paso de millones de turistas cada año. Por estos pasillos son, simplemente, los guiris.

Cámara en mano, pasean por los pasillos. De vez en cuando, algún despistado se cuela en un aula. Qué va a saber un ciudadano chino, o ruso, por ejemplo, que aquello es un entorno universitario. Si uno busca en google 'qué ver en Sevilla', no faltan la Maestranza, La Giralda, Itálica, los Alcázares o El Salvador. Pero tampoco pasan por alto el rectorado, por su magnífico aporte arquitectónico. Las tabacelaras del XVIII y XIX eran negocios prósperos, especialmente en ciudades con comercio marítimo. Son fábricas anteriores a las de chimenea, y el prestigio de la marca venía, en parte, por la fachada. En el actual rectorado de la Universidad de Sevilla podría haber vivido, por ejemplo, Sisí Emperatriz, y la monarca del lujo seguiría siendo tan rococó como se mantiene en nuestro imaginario.

Por eso, quién no querría fotografiar ese palacio por dentro. La sección sindical de Comisiones Obreras en la Universidad de Sevilla ya denunció hace meses que los 'guiris' estaban desplazando a los trabajadores y universitarios de su propia casa. La última queja llega de un estudiante anónimo que denunció que los turistas estaban adueñándose del comedor universitario. Aprovechan, dice, los precios baratos. La Hispalense hizo frente a esto hace meses exigiendo el carné universitario para poder comer el menú del día. Eso no quita que, igualmente, el turismo se haga con las mesas para pedirse otros alimentos de la carta.

https://twitter.com/victimasturismo/status/1217004391489818624

La calle San Fernando, contigua al rectorado, es una calle celestial para los turistas. Los platos de paellas sobre cartones a la calle de metro y medio golpean al caminante en la cara. Salmorejo. Sangría. Pizza. Mesas al sol de enero, que para cualquiera que viva cerca de los polos es sol a secas y hay que aprovecharlo, repletas desde las 12 de la mañana. De lo poco popular que queda es un 100 Montaditos, que al menos sabes que, te guste el menú o no, nunca te va a pegar el 'atraco' o 'tasa turística'.

Por eso, según denuncian en el entorno estudiantil, han sido las propias agencias las que han 'sugerido' los menús de la US. Se come abundante. No te llevas una sorpresa en la cuenta. Los numerosos grupos, a veces de hasta 50 personas, "llegan ante el reclamo de portales como Tripadvisor, donde se anuncia el económico menú del comedor (que está bonificado para el alumnado con menos recursos), y colapsan baños que deben estar totalmente disponibles para los estudiantes a la hora de los intercambios de clase", indicaban recientemente desde Comisiones Obreras.

Además, según el sindicato, "las compañeras de limpieza están hartas porque la suciedad se multiplica sin que existan refuerzos". Paradójicamente, otros entornos que son del interés de los turistas, como el Parlamento andaluz, el Palacio de San Telmo, o el Ayuntamiento, tienen muy limitado el acceso. Se ofrecen guías turísticas que no conceden a todo el mundo. Abundan, por ejemplo, los estudiantes que van a ver algún pleno, o similar. Pero muy poco de contenido turístico-cultural, sino más bien de política y administraciones.

https://twitter.com/ccoosevilla/status/1178962712010862592

En el rectorado, algunos universitarios comen el menú gracias a unas becas especiales en base a la renta, una ayuda al mantenimiento en el estudio. Pasa lo mismo en el resto de comedores-cafetería de todas las facultades de Sevilla. Y prácticamente todas las universidades españolas cuentan con ayudas del estilo. El problema llega cuando, directamente, no te pueden ni atender.

Las quejas llegaron al equipo de gobierno de la Universidad de Sevilla a medida que se iba produciendo esa "explosión" en el turismo. El propio Ayuntamiento de Sevilla pidió a la institución universitaria que actuara. Así, el rectorado informó a los periódicos locales Diario de Sevilla y ABC de la limitación de turistas a sólo algunas zonas del rectorado, que perjudicaban menos el desempeño de los estudiantes, limitando también la entrada en el recinto de vehículos como bicis, patinetes y 'segways'. Además, indicó que en ciertos horarios se pediría el carné universitarios a los comensales de menú. Todo esto iría englobado dentro de un reglamento interno, que aún no está en vigor.

Los estudiantes, sin embargo, insisten. La cafetería, que es un negocio por concesión para la explotación del espacio y puesta en marcha de servicios, sigue llena de visitantes. La web de la Universidad de Sevilla ofrece visitas guiadas, pero también establece horarios para visitas sin cita previa, en horarios de pleno bullicio estudiantil en mañana y tarde. Lo siguiente, a este paso, serán los tornos, como en los campos de fútbol. O como tienen los Alcázares sevillanos, a escasos 30 metros del Rectorado. En este caso, la Iglesia, que cobra entrada, ha estado más avanzada que la ciencia. La casa de la cultura, de las carreras de Geográfía e Historia, y de todos los estudiantes de la Hispalense, lo es un poco menos debido al 'boom' turístico.