Una pareja andaluza de luna de miel por Japón: "Estábamos tranquilos, pero las noticias son descorazonadoras"

Uno de los dos ha sufrido un ERTE en la distancia, han podido adelantar su vuelo al menos un día tras una cancelación sin aviso... Pronto volverán a una España que no reconocerán

Pablo y Fon, junto a una catarata en Japón, durante su luna de miel.

El viaje de novios de Pablo y Fon era, como muchos viajes de novios, especial. En este caso, bien lejos, hasta Japón. Esta pareja de andaluces residentes en Madrid se casaron el 29 de febrero de 2020, una fecha aún más especial. Sin embargo, la crisis sanitaria en el mundo, que azota ahora con fuerza a España, les ha ennegrecido uno de los momentos más especiales de sus vidas, y ahora gestionan su vuelta no sin muchas complicaciones. Todo apunta a que podrán volver bien este viernes.

Salieron de España el 7 de marzo. No dudaron en marcharse, porque "entonces las cosas estaban relativamente bien. Japón estaba peor que España, pero conociendo la disciplina japonesa, nos imaginamos que estaría controlado". Y lo estaba. El país del sol naciente fue uno de los primeros azotados debido a su cercanía y tránsito continuo con China. Se han contabilizado 1.585 casos y de ellos 36 han fallecido. Y de ellos, 696 casos en un crucero, el Diamond Princess, que quedó bloqueado en un puerto para evitar que el virus se expandiera.

España hace días que ha confirmado muchos más. La última actualización, en la tarde del 18 de marzo, suma casi 14.000 positivos, mientras las autoridades afinan un procedimiento para realizar test rápidos avisando de que los confirmados aumentarán considerablemente.

El siete de marzo, el coronavirus apenas era un espacio en los telediarios y los periódicos. Sí, preocupaba, pero no excesivamente. El sábado 7 de marzo se celebró el mitin de Vox en el que Ortega Smith ya estaba con síntomas y al día siguiente se celebraron manifestaciones por toda España. Se jugó La Liga, incluso.

A medida que pasaron los días, igual que en España las cosas se fueron complicando, Pablo y Fon se iban preocupando. Al principio "estábamos viviéndolo con tranquilidad, pero las noticias que nos llegaban de España eran cada vez más descorazonadoras". Hasta llegar al punto de que en la última semana “nos despertábamos con nuevos despidos en la empresa de mi marido, que se dedica al turismo con extranjeros. Una vez que la fase de despidos ha finalizado, les han anunciado un ERTE”, explica Pablo.

En ese sentido, "intentábamos disfrutar el viaje en un país que funciona con normalidad a la vez que gestionábamos el ERTE". Desde la distancia, al menos, aún tienen una buena noticia, pues, de momento, Pablo sigue trabajando, aunque también en un sector relacionado con el turismo, que sufrirá gran parte de esta crisis mundial. Para su vuelta a España, se mantienen también al día de lo que se encontrarán. "Somos conscientes de lo que está pasando, tenemos familiares y amigos en España que nos van contando sus experiencias con la cuarentena, con supermercados desabastecidos y demás".

La pareja, frente a un templo tradicional japonés.

Pablo indica que Japón ha funcionado, y añade que los primeros días los "hemos disfrutado bastante". En las zonas turísticas "había menos gente y todo iba bastante bien, pero conforme llegaban esas noticias todo era más complicado" a nivel personal. La vida en Japón continúa. "Todo parece normal en Japón. Todo el mundo con mascarilla, desinfectante en todas las tiendas, supermercados y mostradores, muchas veces más de uno y un montón de desinfección continua. Los museos, parques temáticos, muchos onsen (ríos de aguas termales volcánicas) están cerrados, pero los templos abiertos y los metros y trenes, repletos".

El civismo japonés es algo más que un tópico. Es una realidad. "Nos ha sorprendido mucho porque en ciudades como Kioto o Nara, que no había ningún caso, todo el mundo seguía a rajatabla las restricciones de seguridad". En otros pueblos más pequeños, eso sí, antes la gente no solía llevar mascarilla. "Ayer fuimos a una terraza a tomar un cóctel y nos tomaron la temperatura antes de dejarnos subir, y aún así el desinfectante es omnipresente. En muchos sitios te obligan a lavarte las manos antes de entrar, y muchas veces te echan el líquido en las manos para asegurarse".

Tras las peticiones del Gobierno central de que los españoles extranjeros adelanten los vuelos, por fin han conseguido hacerlo y volarán el viernes, un día antes de lo previsto. Nadie les avisó, pero su vuelo con Britsh que debía llevarles a España con escala en Londres aparecía cancelado. La razón, las restricciones del país británico por la crisis del coronavirus. "Nos volvemos el viernes con Iberia". Será el fin de una luna de miel que no olvidarán. A su vuelta, encontrarán un país muy diferente del que dejaron allá el siete de marzo. No han pasado ni dos semanas, pero son dos semanas que han modificado el país por completo. Al menos, pudieron celebrar su amor. Fue un día extraño, un 29 de febrero. Quizás una de las últimas bodas del país celebradas con normalidad hasta dentro de un tiempo.