"Fue aterrador. Nunca he tenido problemas con la ley. Soy un alma buena y nunca me involucraría en drogas". Así relataba Robert Mansfield-Hewitt, para el periódico británico The Sun la experiencia sufrida tras alquilar durante una semana un apartamento en Algeciras a un particular que se publicitaba a través de Airbnb.
Este británico de 50 años, y sin antecedentes penales, fue condenado a un año de prisión por un delito contra la salud pública, después de la Policía encontrara en el garaje de la casa que había alquilado, y en la que sólo estuvo 48 horas, 1,5 toneladas de hachís y más de 5 millones de euros en drogas.
Robert fue detenido en la redada a la vivienda. "Me arrastraron fuera de la casa y me hicieron caer al suelo en la tierra", relata en una entrevista a The Sun de la que se hace eco El Mundo. Fue acusado y se enfrentó a cuatro años de prisión y a una multa de más de 7 millones de euros. Una condena que acabó cumpliendo en Botafuegos (Algeciras).
Familiares y amigos de Robert, además de su parlamentario local británico reclamaron la libertad del acusado, pero no ha sido hasta este mes cuando la pesadilla de Robert llegó a su fin. Un juez decidió retirar los cargos aunque le impuso una multa de más de 1.500 euros por alquilar una casa sin licencia.
Como relata El Mundo, aunque la vivienda figuraba en Airbnb, Robert, ingeniero del Ministerio de Defensa británico, no reservó a través de su empresa sino que quedó dos semanas antes con el propietario de la vivienda, un marroquí de 60 años que, según el diario británico The Olive Express, no ha sido interrogado a pesar de tener una condena previa por drogas.
"Todo fue una farsa. Me aplicaron riesgo de fuga, me negaron la fianza y me quitaron el pasaporte", declara a The Sun este ciudadano británico que tuvo que ser trasladado al hospital hasta en dos ocasiones debido a una enfermedad hepática grave que sufre.
"Estamos aliviados de que esta pesadilla haya terminado", declara Robert, que ahora se enfrenta a un impago de miles de libras en atrasos en el alquiler de un piso en Chichester, que el propietario mantuvo abierto para él. Un amigo ha abierto una campaña de crowfounding en GoFundMe en un intento por ayudarlo.
La empresa Airbnb ha aclarado a este medio que "no se trata de una reserva realizada a través de Airbnb" y que dicha plataforma retiró el anuncio y al anfitrión "en su momento".
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