Tragedia en Tenerife: ya son cuatro los muertos por un golpe de mar en una piscina natural

Hay activo un dispositivo de búsqueda por una mujer que está desaparecida desde el domingo

Piscina natural de Isla Cangrejo.
08 de diciembre de 2025 a las 10:42h

Una mujer que había sido rescatada en parada cardiorrespiratoria en una piscina natural de Los Gigantes, en el sur de Tenerife, falleció este lunes en el Hospital Nuestra Señora de La Candelaria, donde permanecía ingresada en estado crítico. Con este deceso, el número de víctimas mortales del golpe de mar ocurrido en la zona se eleva a cuatro. Además, permanece desaparecida una quinta persona, cuya búsqueda continúa activa.

La desaparecida sería una mujer, cuyo esposo sufrió heridas graves en el mismo incidente, presentando politraumatismos y signos de ahogamiento, según indicó Chano Quintanas, presidente de la plataforma ‘Canarias 1.500 kilómetros de costa’. Los equipos de emergencias retomaron este lunes las labores de búsqueda por tierra, mar y aire con las primeras luces del día.

El trágico suceso

El suceso se produjo en la piscina natural Isla Cangrejo, en Los Gigantes, cuando las víctimas fueron sorprendidas por un fuerte oleaje alrededor de las 16:07 horas del domingo. Ese mismo momento se recibió un aviso en el Centro Coordinador de Emergencias alertando de varias personas arrastradas por el mar. Entre los fallecidos además de la mujer ingresada, se encuentran un hombre de 35 años, una mujer de 55 y otro hombre cuya edad no ha sido confirmada.

Tenerife había registrado otra jornada trágica el pasado 8 de noviembre, cuando tres personas murieron ahogadas en distintos incidentes provocados por golpes de mar y otras quince resultaron heridas. Estos sucesos reflejan la peligrosidad de las costas de la isla ante fenómenos costeros adversos.

La Dirección General de Emergencias del Gobierno de Canarias mantiene activada la prealerta por fenómenos costeros desde hace varios días, ante el riesgo que representan las fuertes mareas y el oleaje para bañistas y visitantes en zonas vulnerables de la costa.

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Emilio Cabrera

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