En el Bajo Guadalquivir, en una zona agraria que abarca los términos municipales de Lebrija, Las Cabezas, Utrera y Los Palacios, en la provincia de Sevilla, esta temporada se ha secado la remolacha, se ha perdido más del 70% del cereal sembrado y el girasol y el algodón darán una producción muy por debajo de la habitual.
La grave sequía registrada en lo que va de año provoca numerosas pérdidas en esta zona a 2.000 empresas familiares, que gestionan unas 40.000 hectáreas pioneras en el sistema de regadío andaluz, cuya competencia ha aumentado considerablemente en las últimas décadas. En 1995, año en el que se produjo una importante sequía, había 500.000 hectáreas de regadío en el Bajo Guadalquivir. Hoy en día hay más de un millón.
"Estamos ampliando los regadíos de una forma precaria, y se van consolidando en el tiempo por la pésima gestión de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir", se queja Miguel López, secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), que este miércoles ha organizado una manifestación en Sevilla para pedir ayudas a la Junta de Andalucía y al Gobierno central.
"Hay cultivos súper intensivos que se están asentando, que además están cogiendo una prioridad en el riego, con lo cual estamos agravando el déficit de manera permanente", incide López. "No seremos capaces de eliminar ese déficit si seguimos abriendo riego en precario y consolidándolo después con derechos adquiridos y, por tanto, en igualdad de condiciones", agrega.
Desde la delegación del Gobierno en Andalucía hasta la sede de la Consejería de Agricultura ha discurrido la marcha. A ambas Administraciones han entregado un manifiesto en el que los agricultores del Bajo Guadalquivir recogen sus reivindicaciones. "Estamos en una situación límite, pues al incremento de los costes de producción se han sumado los efectos de una acusada sequía, que acumula ya tres campañas con fuertes reducciones en la dotación de agua para riego y que en la presente campaña alcanza ya el 85%", comienzan el escrito.
"Las características de nuestras tierras no permiten desarrollar ningún cultivo de regadío en condiciones de mínima rentabilidad con las dotaciones concedidas. En este sentido, en esta última campaña, la producción de los cultivos tradicionales de nuestra zona ha sido nefasta", abundan los agricultores. "La situación descrita es dramática y nos lleva directamente a la ruina al tener que hacer frente a inversiones y gastos. Nuestros agricultores no tienen capacidad financiera alguna al tratarse, en su inmensa mayoría, de explotaciones familiares cuyo único ingreso procede de la agricultura", recoge el manifiesto.
"Le hemos querido entregar el manifiesto del sector agrario del Bajo Guadalquivir, tanto al delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, como a la consejera de Agricultura de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, con un objetivo claro: reclamamos al Gobierno central y al autonómico que superen la confrontación política y trabajen de forma coordinada en la adopción de un plan de rescate del Bajo Guadalquivir, cofinanciado por ambas administraciones, y centrado en los agricultores profesionales que tienen en la agricultura su medio de vida", abunda Ramón García, secretario provincial de COAG en Sevilla.
La asociación agraria pide a ambas Administraciones que pongan en marcha una línea de ayudas directas, créditos sin interés y con un año de carencia, medidas de refinanciación de deuda y una revisión del Plan Hidrológico para que se permita la construcción de microbalsas para paliar el impacto de la sequía. Todo ello para amortiguar unas pérdidas que este año superarán los 250 millones de euros, que se suman a la ruina de años anteriores.
En la zona regable de Lebrija, Las Cabezas de San Juan, Utrera y Los Palacios, en la provincia sevillana, han sufrido granizadas que han dañado almendros, invernaderos y las pocas hortícolas donde se concentraba la escasa agua disponible, lo que viene a agravar la situación en unas 6.000 explotaciones agrarias que hay en este territorio.
La COAG no descarta que, incluso, en el futuro, haya paros totales en el sector, ya que "por este camino nos cargamos el tejido productivo, profesional y social que existe en el Bajo Guadalquivir, y concretamente 40.000 hectáreas con más de 2.000 empresas, que son el sostén de Utrera, de Los Palacios, de Lebrija y de Las Cabezas", incide Miguel López, secretario general de la asociación agraria a nivel andaluz, que aboga por poner en marcha "una política de contención del consumo", ya que de otra manera "estamos abocados al desastre". El líder de COAG en Andalucía es partidario de implantar medidas cuanto antes, enfocando las medidas necesarias para "acabar con el déficit", y en caso de que sea necesario, "habrá que poner limitaciones".
La Junta incluye medidas contra la sequía en sus Presupuestos
Este mismo miércoles se ha publicado en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) la orden de la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos que dicta las normas para la elaboración del Presupuesto de Andalucía para 2024. Entre ellas, algunas relativas a la sequía.
La consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, apunta que el Presupuesto de la comunidad para 2024 se elaborará con "rigor" y "transparencia", y se priorizará el gasto social, como "sanidad, educación y dependencia", además de "todo aquello que tenga que ver con la sequía, a consecuencia de las dificultades climatológicas que estamos pasando".
"Vamos a seguir trabajando con el mismo rigor de siempre, tratando de adaptarnos a la estabilidad que nos requieren las normas, como venimos haciendo en los últimos años", incide España sobre el gasto social y las medidas para paliar los efectos de la sequía.
Comentarios