Ser bombero en plena crisis del coronavirus: "Héroes somos todos, también los que se quedan en sus casas"

Diego Fernández, un efectivo del parque de bomberos de Jerez, relata las circunstancias en las que trabajan durante el estado de alarma

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Cada noche, a las ocho, muchos vecinos salen a sus balcones para aplaudir a los profesionales sanitarios que se están dejando la piel durante la crisis del coronavirus, aunque el reconocimiento se ha extendido a otras profesiones. Los bomberos de Jerez llevan unos días haciendo lo propio, aplaudiendo y haciendo sonar las sirenas de sus vehículos para sumarse al homenaje. "Aquí héroes somos todos, en primera linea están los compañeros de la Sanidad pública, pero también son héroes las personas que se quedan en su casa”, expresa Diego Fernández, uno de los bomberos del parque de Jerez, al que le tocó trabajar el primer día que el país se declaró en estado de alarma.

“Es un poco paradójico”, explica Fernández en declaraciones a lavozdelsur.es, "porque nos tocó acudir al incendio de una vivienda en Guadalcacín y había vecinos ayudando, pero la Guardia Civil los tuvo que meter en sus casas para evitar posibles contagios”. “Estaban ayudando, echando agua con unas mangueras, pero no podían estar ahí”, añade. El bombero cuenta que trabajar estos días, en estado de alarma, es “muy complicado”. En cada turno son doce efectivos. “Desayunamos, almorzamos, cenamos y hacemos convivencia como si fuese una familia, pero mantenemos las distancias entre nosotros. Es difícil porque hay momentos en los que inevitablemente tienes que acercarte”, dice.

Los efectivos del Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz (CBPC), cuenta Diego, están siguiendo unos estrictos protocolos para evitar posibles contagios entre compañeros. “Si alguno tiene síntomas, debe llamar desde casa al centro de salud. Si alguno se queda en casa, la guardia entera queda en cuarentena durante 15 días”, explica. Eso, en un parque como el de Jerez con 62 efectivos, puede suponer un serio inconveniente. “El Consorcio se plantea reforzar la plantilla si eso pasa”, dice.

“La situación es extraordinariamente compleja”, comenta Fernández. El parque de Jerez, concretamente, “es complicado por la cantidad de servicios y la gente que tiene en cada guardia”. Durante los cambios de guardia, los bomberos no se pueden cruzar con los compañeros a los que relevan. “Cuando entramos hay que limpiar todos los camiones y sobre todo el volante, con una solución de lejía del 2%, las linternas, los equipos de comunicaciones… toda la ropa”, señala.

Los efectivos cuentan con un protocolo específico para equiparse con guantes y mascarillas. “Cada vez que actuamos hay dos bomberos ocupados con este protocolo”, apunta. “El virus es extremadamente contagioso y se intenta que si cae algún compañero lo hagamos de manera escalonada para no dejar el parque a cero”, apunta Fernández. La sensación, ahora, “es que es más serio de lo que creíamos”.

Durante el estado de alarma, los bomberos de Jerez están recibiendo innumerables muestras de apoyo y detalles como los de una pollería cercana, que les regaló comida a principios de semana, o el de una vecina, que les llevó comida casera. “Son gestos que se agradecen mucho”, dice Diego. “A nivel histórico se está sometiendo a la población a una situación de estrés a la que no estamos acostumbrados, es una situación muy novedosa, pero la población se está comportando de manera solidaria. Son héroes todos”. expresa. Este sábado, el bombero volverá a estar de guardia... si no lo llaman antes.