La sandía es uno de los productos que ha sufrido una disparatada subida de precio. El kilo de esta preciada fruta veraniega se ha puesto al nivel del litro de gasolina.
Los agricultores, a pesar del subidón, siguen vendiendo la fruta al mismo precio. Son las cadenas de distribución las que se están llevando todo el pastel. Algo que tiene enojado a todo el sector agrícola.
Y en Lebrija (Sevilla) han decidido cortar por lo sano con los intermediarios. Una familia está vendiendo directamente, a pie de campo, las sandías a aquellos consumidores que se acercan a la zona donde se encuentran. El kilo se puede comprar a 70 céntimos, lejos de los dos euros que está alcanzando en los supermercados.
"Los consumidores no pueden consumir sandias porque los especuladores se están forrando. El problema se va agravando cada vez más, el año que viene solo van a poder comer sandía los ricos", ha señalado Juan, uno de los miembros de la familia que ha decidido vender a pie de campo, a Cuatro al Día.
Otro agricultor destaca. "Las grandes cadenas nos están machacando, nos tienen condenados. A ver si soy capaz de cubrir gastos. El año que viene puede que ya no siembre".
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