El Consejo de Gobierno de Andalucía ha aprobado el tercer Plan de Infancia y Adolescencia, que cubrirá el periodo 2024-2027. Este plan, elaborado por la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, tiene como objetivo garantizar la protección y atención integral de los menores en la región, con especial atención a aquellos en situación de vulnerabilidad. La iniciativa cuenta con una inversión total de 603 millones de euros.
El plan ha sido diseñado tras el análisis de los dos planes anteriores y ha contado con la participación activa de niños, adolescentes y diversas entidades públicas y privadas. En total, el documento recoge siete prioridades, once objetivos estratégicos, 20 metas y 73 medidas concretas para mejorar la situación de los menores en Andalucía. Todas las consejerías del gobierno regional se han implicado en la elaboración y ejecución de este proyecto.
Uno de los principios fundamentales que guiará este plan es el interés superior de los menores, un enfoque que, según el documento, deberá estar presente en todas las políticas y acciones llevadas a cabo por las administraciones públicas. Otros principios clave incluyen la equidad, la participación activa de los niños y adolescentes, y la transversalidad en las políticas que les afectan.
Este nuevo plan está dirigido a toda la población infantil y juvenil de Andalucía, pero pone un especial énfasis en aquellos colectivos más vulnerables. Entre ellos se encuentran los menores que viven en situación de pobreza o exclusión social, los migrantes no acompañados, los menores con discapacidad, los afectados por problemas de salud mental o las víctimas de violencia, incluyendo acoso escolar y violencia sexual.
Uno de los objetivos principales del plan es garantizar los derechos de la infancia y adolescencia en todos los ámbitos de la sociedad. Esto incluye asegurar su bienestar en áreas como la educación, la salud, los servicios sociales, la justicia, la cultura, el deporte y el ocio. Asimismo, se promueve la participación de los menores en la vida pública y en cualquier estructura creada para facilitar su inclusión y representación.
El plan se estructura en torno a siete prioridades fundamentales. La primera es la lucha contra la pobreza y la exclusión social que afecta a muchos menores en Andalucía. En segundo lugar, se busca la adaptación del sistema educativo a las necesidades y expectativas actuales de los niños, sus familias y los docentes. También se prioriza la mejora de la atención sanitaria, especialmente en el ámbito de la salud mental y el bienestar emocional.
Además, el plan incluye la necesidad de incrementar la concienciación social y política para poner a la infancia y adolescencia en el centro de las políticas públicas. En este sentido, se promoverá un mayor esfuerzo inversor en las políticas destinadas a este colectivo, con el fin de mejorar su situación.
Otro eje prioritario del plan es la protección integral de los menores frente a la violencia, en todas sus formas, y el fomento de espacios de ocio y participación para el tiempo libre de niños y adolescentes. Finalmente, el plan aborda la mejora del sistema de atención y protección, especialmente en el caso de los menores que alcanzan la mayoría de edad y salen del sistema de protección.
La implementación de este plan aspira a mejorar la calidad de vida de los menores, especialmente aquellos en situaciones más desfavorecidas, y contribuir a la igualdad de oportunidades. Asimismo, se busca garantizar que todos los niños y adolescentes puedan desarrollar sus proyectos vitales en condiciones óptimas y con la protección necesaria.
El lema del plan, 'La infancia y la adolescencia en el centro de la transformación social', refleja la intención de la Junta de Andalucía de hacer de los menores no solo beneficiarios de las políticas públicas, sino también actores clave en el desarrollo de la sociedad.
