El barco pesquero Rúa Mar se hundió en el Estrecho de Gibraltar, en enero de 2020, cuando transportaba dos toneladas de hachís. Los seis tripulantes que iban a bordo fallecieron. Cuatro de ellos aún no han aparecido. El mar expulsó tres días después parte de los restos del navío.
La Fiscalía pide ahora 144 años de prisión por los delitos de pertenencia a organización criminal, contra la salud pública, homicidio, estafa, contra el derecho de los trabajadores y por blanqueo de capitales. En su escrito, pide 19 años de prisión para la pareja sentimental del armador; 13 años para dos acusados supuestamente encargados de coordinar el alijo; y seis años para otros dos acusados relacionado con la droga.
El armador del Rúa Mar ya estaba bajo vigilancia policial tras haber sido interceptado un alijo anterior, así como que la primera idea era utilizar otro barco de su propiedad para ese viaje, aunque finalmente se hizo en el Rúa Mar.
Igualmente, señala cómo el tío del armador, que estaba al frente del viaje como patrón, llama para informar que tenían una avería, así como posteriormente la pareja del armador dice: "Que lo tiren". La siguiente señal que tiene ya del Rúa Mar es por parte de Salvamento Marítimo para informarles que había saltado la baliza, lo que significa que "la baliza posicionada en el mástil ha tocado agua".
Más de un centenar de personas por vía marítima y aérea, ocho embarcaciones de Salvamento Marítimo, patrulleras de la Guardia Civil, una embarcación de Cruz Roja, pesqueros y un buque de la Armada participaron en el dispositivo de búsqueda del barco.



