Rafael y Dolores, los padres de Isabel, una joven que luchaba contra la anorexia, no descansan en su lucha de exigir más medios para evitar muertes como la de su hija. En una campaña en Change.org exigen una “salud mental pública digna y más unidades TCA” en España. Su petición, que espera alcanzar las 150.000 firmas, busca evitar que más familias atraviesen tragedias como la suya y que ninguna persona quede sin atención por falta de recursos.
"El día que enterramos a Isabel, nuestra hija cumplía 17 años". Así comienza la petición de esta familia que denuncia que, pese a que Isabel cumplía todos los criterios para un ingreso urgente, los protocolos de prevención del suicidio no se activaron. “Cumplía todos los requisitos para ser ingresada de urgencia y no se cumplieron los protocolos en prevención del suicidio”, afirman en su testimonio. Tres días después de su última visita médica, la joven se precipitó desde la ventana de un segundo piso.
Falta de recursos y protocolos incumplidos
Los padres consideran que la atención recibida fue insuficiente y que no se hizo todo lo posible para salvar a su hija. “En nuestra opinión no se realizó todo lo posible, e Isabel no tuvo la oportunidad de mejorar por una atención deficiente”, lamentan. El caso ha puesto el foco en las carencias estructurales de la salud mental pública, que, según denuncian, está desbordada y con escasez de profesionales.
Ante el empeoramiento de Isabel, la familia recurrió a centros privados. Sin embargo, la saturación también se hizo evidente: “Visitamos centros privados, saturados con 6 y 8 semanas de lista de espera para la primera consulta”. La falta de alternativas, insisten, fue determinante en el desenlace.
Los padres subrayan que su lucha ya no podrá devolverles a Isabel, pero sí puede evitar más muertes. “Hoy nadie me va a devolver a Isabel, pero sí quiero evitar que ninguna otra familia tenga que pasar por lo que estoy pasando”, señalan. Su campaña pone el acento en que la salud mental sigue siendo la gran olvidada en España.
Un problema nacional y cifras preocupantes
La familia recuerda que la situación no se limita a un solo territorio. “Iniciamos la campaña en Valencia y llegaremos donde sea necesario, ya que el problema es nacional, la salud mental es la gran olvidada y no es suficiente con los recursos actuales”. En la Comunidad Valenciana, apuntan, solo existen once camas para pacientes con TCA en el Hospital La Fe de Valencia, y hay comunidades como Euskadi o Canarias sin ninguna unidad especializada.
Entre sus demandas, reclaman duplicar la capacidad de ingreso en las unidades públicas de TCA, reforzar la plantilla de especialistas y garantizar un seguimiento continuado tras el alta. También insisten en que los protocolos de prevención del suicidio deben ser de obligado cumplimiento y no meras recomendaciones.
Otra de sus propuestas es la incorporación de psicólogos y psiquiatras en los servicios de urgencias de los hospitales, equiparando la salud mental a cualquier otra especialidad. “La salud mental no se puede tratar de 8 a 14 horas de lunes a viernes”, remarcan.
Un plan nacional contra el suicidio
La campaña exige además un Plan Nacional de Salud Mental y lucha contra el suicidio. Subrayan que en España se quitan la vida doce personas al día, una cifra que consideran “escalofriante” y que demuestra la urgencia de actuar. “Es urgente y debemos evitar más tragedias”, advierten.
Los padres inciden en que no basta con más recursos: es necesaria una gestión más eficiente y formación adecuada tanto para los profesionales como para el entorno de las personas afectadas. Reclaman que las medidas se adopten de forma inmediata y que se adapten especialmente a la atención de niños y adolescentes, un colectivo particularmente vulnerable.
Con su iniciativa, la familia de Isabel busca transformar el dolor en un motor de cambio. Su objetivo es que ninguna vida se pierda por falta de atención especializada y que el sistema de salud mental en España deje de estar, como ellos mismos subrayan, “desbordado y olvidado”.
