Las herencias y donaciones mal gestionadas pueden convertirse en auténticas bombas familiares. Es lo que le ha ocurrido a tres hermanos franceses que descubrieron que su padre había donado un piso valorado en 800.000 euros a su hijo menor, fruto de un matrimonio posterior, y lo mantuvo en secreto durante años.
La historia salió a la luz cuando el hermano beneficiado intentó vender la vivienda. Para sorpresa de todos, el notario encargado de la operación advirtió que, al tratarse de un bien donado, se encontraba dentro de la herencia legítima en la que también participaban sus otros tres hermanos.
El descubrimiento de la donación
Según explicó la portavoz de los notarios del Gran París, Élodie Fremont, en declaraciones a la prensa francesa, el padre había donado el inmueble únicamente a su hijo menor sin informar a los demás. El procedimiento se había realizado de manera legal, pero a espaldas de los otros herederos.
Uno de los hermanos confesó su indignación al enterarse: “Ni siquiera sabía que se había hecho una donación”. La reacción fue inmediata: bloquear la venta por temor a que el dinero pudiera salir del país, ya que el hermano beneficiado residía en el extranjero.
Venta bloqueada y tensiones familiares
Con este movimiento, los tres hermanos lograron paralizar la transacción y evitar que la vivienda pasara de manos sin que se garantizara su derecho hereditario. La situación ha generado un nuevo frente de conflicto en la familia, marcada ahora por la falta de confianza.
Mientras tanto, el hijo menor se encuentra en un callejón sin salida: no puede vender el piso, pero sí continuar percibiendo los ingresos derivados del alquiler mientras su padre siga con vida y no se reparta la herencia.
El caso refleja cómo las donaciones desiguales o el favoritismo hacia un hijo pueden derivar en litigios y rupturas familiares. La figura del notario se convierte así en pieza clave para garantizar la transparencia y evitar sorpresas amargas al momento de repartir el patrimonio.
La vivienda, de momento, seguirá generando renta para el hijo menor, aunque el proceso de venta permanece paralizado. Los tres hermanos esperan que la situación se aclare en el futuro reparto de la herencia, donde todos tienen derecho a reclamar lo que legalmente les corresponde.
