El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha analizada recientemente la situación del sector ferroviario español en una intervención radiofónica en la que repasó tanto cuestiones de actualidad como demandas planteadas desde distintos territorios. Durante la entrevista en Hora Veintipico, planteó la posibilidad de introducir en España la venta de billetes sin asiento asignado, una modalidad que, asegura, es habitual en otros países europeos y que permitiría viajar de pie en trayectos determinados. Esta opción, explicó, está siendo estudiada no solo por el Ministerio, sino también por Renfe, cuyo equipo directivo se muestra dispuesto a ensayar esta fórmula en líneas de recorrido breve.
La propuesta surge en un contexto en el que la ocupación de los trenes se ha convertido en uno de los principales retos para la operadora pública. Según expuso el ministro, la existencia de viajeros que reservan plaza y finalmente no se presentan provoca que asientos pagados queden vacíos. Este comportamiento se intensificó en 2022 con la introducción de los abonos de Media Distancia, que dispararon el número de reservas no utilizadas y dificultaron el acceso de otros usuarios a plazas disponibles.
Ese año, Renfe detectó un uso irregular de los abonos que alcanzó el 20%. Para contenerlo, implantó medidas como la incautación de la fianza vinculada al abono o la anulación del mismo tras varias infracciones. Según los datos facilitados por Transportes, estas acciones redujeron el problema hasta el 2,5% en 2023, lo que permitió normalizar la disponibilidad de plazas en los servicios más afectados.
El resto de debates
Otro de los debates presentes en el sector gira en torno a la continuidad de los controles de seguridad en estaciones de Alta Velocidad y Larga Distancia. Estos procedimientos se introdujeron tras los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid y su mantenimiento depende del Ministerio del Interior. Puente señaló que estos controles suponen un coste relevante para Adif y que, desde el punto de vista operativo, se ha discutido durante años su conveniencia, especialmente teniendo en cuenta que no se aplican en Cercanías.
El ministro también destacó que España es una excepción en el panorama europeo, donde los viajeros pueden acceder a los trenes de Alta Velocidad sin pasar por sistemas de control de equipajes. Señaló que esta singularidad obliga a una reflexión sobre su utilidad real y sobre la posibilidad de revisar un modelo que, aunque instaurado por razones de seguridad, genera dudas entre los usuarios y supone un gasto significativo para las infraestructuras ferroviarias.
