El incendio declarado el martes en la comarca de la Segarra, en Lleida, ha dejado un rastro devastador. Entre las víctimas mortales se encuentra Omar Fabián Agudelo, un agricultor de 45 años, cuyo último gesto fue llamar a su hija mayor para despedirse. “Mi primo llamó a su hija despidiéndose, le dijo que no podía más”, relató su familiar Camilo López, visiblemente afectado por la tragedia.
En sus palabras, Omar intentó salvar su vida y la de su jefe, Jordi Esteve, propietario de la explotación calcinada. “Le envió –a su hija– la ubicación, pero no podíamos acceder por el fuego”, explicó Camilo. El aviso fue inmediato, pero las llamas avanzaban a tal velocidad que cualquier intento de rescate resultó inútil. “Todo estaba quemado. Encontramos el coche y teníamos la esperanza de que los dos estuviesen bien, pero unos metros más allá vimos que no. Ha sido muy duro, una pérdida muy grande”, lamentó su primo.
Un incendio de sexta generación con consecuencias devastadoras
Ambos hombres trataban de huir cuando el vehículo en el que se desplazaban quedó atrapado por unas piedras. Al verse sin salida, se bajaron y corrieron campo a través, sin lograr superar el avance de un fuego que ha sido descrito por los equipos de emergencia como de sexta generación. Según explicaron los expertos, se trata de incendios “capaces de generar procesos convectivos que no podemos predecir”.
El cuerpo de Omar fue hallado junto al de Jordi en un camino rural, cerca del lugar donde intentaron escapar. Camilo López subrayó que “Omar incluso se despidió por teléfono, pero no esperábamos este final”, dejando constancia del drama por el que está pasando la familia.
El incendio ha obligado a confinar a más de 20.000 personas y ha arrasado hectáreas de terreno agrícola y forestal. Las condiciones meteorológicas y la intensidad del viento dificultaron durante horas las labores de extinción, poniendo en riesgo también a los equipos desplegados en la zona.
La Generalitat de Cataluña ha decretado hace una hora un día de duelo en toda la comunidad "debido a las dos víctimas mortales por los graves incendios en la Segarra, la Noguera y l'Urgell. Las banderas ondearán a media asta en los edificios y dependencias de la Generalitat y en las corporaciones públicas de Cataluña".
