Andreea y Alfonso era un matrimonio que perdió la vida en un accidente de coche cuando iba a una boda, en Casabermeja, Málaga. Una pesadilla de las muchas que guardan las terribles cifras de accidentes de carretera, que aumentan considerablemente cada verano.
Más de un millar de personas, 1.145, perdieron la vida en 2023. Más de un millar de familias rotas, a los que se suman las lesiones de diversa consideración. En el coche iban otro ocupante, también fallecido, y el hijo de la pareja, que fue trasladado al hospital.
Pero tienen además Andreea y Alfonso una historia detrás. Ella, rumana, y él, español. Ambos trabajadores pero a los que unía una pasión, los animales. El sueño de ambos, relata su entorno en SUR, era tener una vivienda más grande para poder cuidar de más perros. Y lo consiguieron. Hasta 16 tenía ya la pareja, entre propios y acogidos temporalmente, cuando fallecieron.
Por eso, la asociación APA Málaga Cero, una protectora con la que colaboraba Andreea, se ha visto obligada a iniciar una de las más duras campañas de acogida de animales.
"Nuestra compañera y gran amiga Andreea Lancu falleció ayer en un grave accidente de tráfico, junto a ella iba su marido, una amiga y su hijo. Todos han fallecido menos su hijo que está gravemente herido", contaban en un mensaje el domingo.
"Andreea era una persona tan buena, tan generosa, nos dejas un vacío enorme amiga. Amaba los animales y nunca se dejaba uno atrás, siempre su coche lleno de botellas de agua, comida... por si se encontraba algún animalito".
"Ella tenía en acogida a nuestra preciosa Elma, que tendremos que reubicar, además de 16 perros más... Sí, 16, porque ella se quedaba los que nadie quería. Así era ella, un alma pura con una bondad que jamás conocimos", señalaban desde el colectivo.
"Vamos a encargarnos de todos tus niños peludos, los que tú tanto querías, tu ilusión era irte al campo a vivir para poder darle un hogar digno a todos los animales que pudieses y lo conseguiste amiga. Nos has dejado destrozados. Vuela alto, amiga".
Poco a poco, han ido encontrando cada vez más viviendas para estos animales que Andreea y su marido han dejado en el mundo.
La última actualización, en el mediodía de este miércoles, indicaba que aún buscaban hogar para otros cuatro perros más. Animales, por cierto, que sienten la pérdida de sus humanos. Una historia dura, pero que requiere de la bondad que enseñó Andreea para tomarle el relevo.