Los medios de comunicación, especialmente televisivos, llevan días haciéndose eco de un presunto caso de sustracción parental en Tenerife, que implica a dos niñas, Anna y Olivia. La razón es que, cuanto más se difunda la imagen, más probable será que alguien pueda ver al padre con las hijas y finalice lo que parece un secuestro, sin que se descarte un desenlace trágico por el momento.
Una mujer, en días pasado, "aseguró" haber visto a las niñas en la playa de las calas de Roche, en Conil. Según la testigo, los hechos habrían ocurrido el pasado cuatro de mayo, una semana después de que fuera visto por última vez, en una playa, donde el testimonio las situaba muy cerca del mar, según El Confidencial.
Sin embargo, la Guardia Civil señala que este testimonio ha sido descartado y lo toma como la posibilidad de que la mujer "creyera haber visto" a las niñas con Tomás Gimeno. La otra opción es que se tratara de testimonios en busca de notoriedad, pero la Benemérita cree que esa no es la razón, sino que la mujer, con buena intención, les alertó.
Por el momento, existe una orden para encontrar a las dos niñas y al padre, que habrían abandonado Tenerife dejando un barco a la deriva, según las últimas informaciones conocidas.
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